ISASAWEIS. ESCRITORA Y BLOGGER
OPINIÓN

Tengo una mejor amiga

Isasaweis, escritora.
Isasaweis, escritora.
ISASAWEIS
Isasaweis, escritora.

Tengo una mejor amiga. Y confieso que cada vez que digo esto me da apuro. Me parece una expresión un tanto infantil y trato de buscar otra, pero al final siempre digo "mi mejor amiga". Y es que ella es eso: Es amiga y es la mejor.

Llegó en 8º de EGB. Sí, pertenecemos a aquella generación que hizo la EGB y que escuchaba a Mecano, Duncan dhu, Celtas cortos, El último de la fila, Héroes del silencio, La guardia... Pero esto ya lo hablamos otro día, que me pongo nostálgica.

Como os decía, llegó en 8º cuando ya habíamos empezado el curso y en cuanto entró por la puerta supe que seríamos amigas. Y vaya si lo fuimos...

Pasamos juntas cada día. Jugábamos en el equipo de baloncesto del colegio. Ella pívot y yo base. No ganábamos ni un sólo partido y volvíamos a casa pensando de qué forma íbamos a maquillar el resultado para conservar un poquito de dignidad: "Diremos que perdimos 60-30". Eso ya era todo un logro. Decir que habíamos ganado hubiera sido mentir y además no habría colado. Pero nosotras seguíamos entrenando cada semana codo con codo, como si fuéramos el mejor equipo del mundo.

Aquel curso se pasó entre nada que hacer y cero preocupaciones y finalizó con un viaje de estudios épico, que aún nos da para reírnos a carcajadas en cada cena de antiguos compañeros de 8º.

Luego vino la época del instituto. Los estudios se pusieron un poco más serios, pero nosotras seguíamos pasando los días disfrutando, ahora con nuestra nueva pandilla con la que echábamos las mañanas en clase y las tardes entre cafés y partidas de cartas, al mus en los primeros años y al bridge en los siguientes. Todas unas expertas nos hicimos.

Las cosas se ponían serias el día antes de cada examen, cuando jarra de café solo mediante, nos escapábamos por la ventana de madrugada mientras todos dormían para reunirnos en un bar abierto 24 horas y estudiar toda la noche. Como os lo cuento. Alumnas modelo. Hicimos cosas peores, pero eso también lo hablaremos otro día.

Aquella época nos trajo a los primeros novios vividos con la intensidad propia de la adolescencia. Locas de amor unas veces y de desamor otras, pero no había canción de Los Secretos y tarde tumbada en la cama llorando que no le pusiera remedio. Y allí estábamos la una para la otra, apoyándonos y recordándonos lo mucho que valíamos, y que el chico en cuestión no nos merecía. A veces me tocaba a mí, otras a ella.

El instituto acabó y la universidad y la elección de carrera nos llevó por caminos distintos. Ella a magisterio y yo a ingeniería informática. Aquellos años nos obligaron a compartirnos con nuevas responsabilidades, tareas y compañeros de facultades, pero nunca dejamos de ser las mejores amigas.

Fue el amor el que hace 7 larguísimos años ya puso tierra de por medio. Se me plantó delante y me dijo que se iba a vivir a cientos de kilómetros.

Desde entonces nos vemos en vacaciones. Nos reunimos en playas, parques y bares, la mitad del tiempo con los niños, la otra con un vino. Y recordamos todas estas cosas y nos contamos sobre nuestras vidas. Y nos escuchamos y pedimos consejo como desde hace 20 años.

Y nos damos ese abrazo larguísimo que aúna todos los que nos han faltado a lo largo de los meses. Y nos despedimos en el coche hasta la próxima. Y lloramos cada vez que lo hacemos.

La vida me regaló a mi mejor amiga hace más de 20 años. Angui, te me fuiste ayer de nuevo, y de nuevo también, voy a echarte de menos cada día...

Mostrar comentarios

Códigos Descuento