ISASAWEIS. ESCRITORA Y BLOGGER
OPINIÓN

Vaya disgusto me voy a pillar el lunes

Isasaweis, colaboradora de 20minutos.
Isasaweis, colaboradora de 20minutos.
ISASAWEIS
Isasaweis, colaboradora de 20minutos.

Qué cosas... Uno está tan tranquilo un viernes cualquiera, haciendo planes y nuevos proyectos, y de pronto ocurre algo que te pone el mundo patas arriba y dices ¿en qué momento? O WTF?, que dicen los modernos... #madredelamorhermoso ¡Cómo se complican las cosas de un día para otro!

Pues nada, así estaba yo el otro día, tan ‘pichi’, con mis cosas, oye, pero feliz, trabajando y pensando en cosas mundanas, cuando de pronto se me ha complicado la vida que para qué os voy a contar, para daros quebraderos de cabeza... Pero, ¿sabéis?, hace tiempo decidí que no me iba a tomar nada a la tremenda, que todo tiene solución y que puedo con eso y con más. Y es así, tan fácil como decidir que vas a tomarte las cosas así, para darte cuenta de que la mayoría de los problemas tienen exactamente la gravedad que tú quieras otorgarles.

Pues nada, cuando se me vino el mundo encima, el viernes, acababa de llegar a Madrid para pasar el fin de semana. Llegué al hotel, me di una ducha y me fui con Gonzalo a una reunión de un grupo de amigos. Después dimos un paseo, cenamos, charlamos y poco más porque estábamos molidos. Caí como un sapo en la cama y dormí como hacía tiempo. Se ve que lo necesitaba.

A la mañana siguiente, el sábado, cogí una bici, me puse los cascos y me fui a Madrid Río, que me encanta. Música, viento en la cara y pedalear al aire libre, ¡qué gozada! Comí con Gonzalo y Juan en Babel. No faltaron el salmorejo y las berenjenas con miel de caña, que desde que fui a Córdoba hace años, soy fan, pero fan, fan. Al acabar di un paseo yo sola, volví al hotel a cambiarme y me fui al concierto de mi amigo Luis en Galileo. Allí quedé con Diego, Carlos, Carlota, Susana e Inma, y pasamos una noche estupenda disfrutando de la música. Luego nos escapamos a cenar a un lugar al que no hubiera entrado jamás porque por fuera parecía la cafetería de un hotel, pero en el que según Diego servían unas de las mejores hamburguesas y patatas fritas de Madrid, y vaya si lo eran... ¡nos pusimos como el Quico! De ahí, a dormir, no sin antes hacernos una foto para inmortalizar otra noche más fantástica juntos.

El domingo me levanté, desayuné como si no hubiera cenado, hice la maleta y fui con un amigo al templo de Debod, manteniendo mi promesa de visitarlo en cada viaje a Madrid.

De ahí al tren y vuelta a casa. Y así he vivido mi fin de semana postragedia.

Veréis, hay una anécdota que me encanta y es perfecta para este momento:

Estaba un hombre de negocios jugando al golf con sus amigos en fin de semana, cuando llegó uno de sus empleados corriendo y gritando le dijo: "¡Señor, se está quemando la fábrica, todo arde!", a lo que el hombre respondió: "Buf, vaya disgusto que me voy a pillar el lunes...".

Y continuó jugando al golf.

Es bueno, ¿verdad? Pues eso, que vaya disgusto que me voy a pillar el lunes...

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