ISASAWEIS. ESCRITORA Y BLOGGER
OPINIÓN

Una vez me regalaron una estrella

Isasaweis, colaboradora de 20minutos.
Isasaweis, colaboradora de 20minutos.
ISASAWEIS
Isasaweis, colaboradora de 20minutos.

Ayer, cuando iba a borrar los e-mails que tenía en el spam, me llamó la atención uno que decía «Regala una estrella», y al leerlo, saltaron mil recuerdos en mi cabeza. Me acordé de él y hoy al sentarme a escribir la columna, las manos me escriben solas...

Hace muchos años, una vez, me regalaron una estrella. Fue mi amigo Álvaro, un compañero de la universidad.

Conocí a Álvaro en el IRC, que era el chat que utilizábamos hace mucho tiempo. Digamos que fue el germen de las aplicaciones de hoy para conocer a gente.

En mi universidad lo usábamos mucho entre clases, o qué narices, ¡en las propias clases!  Pasábamos horas charlando y así hicimos muchos amigos.

Yo era @edelweis y Álvaro era @AIKI y un día, de alguna forma, comenzamos a hablar. Lo hacíamos cada día, a veces hasta las tantas. Álvaro era un chico culto e inteligente, leía mucho y sabía de todo. Le apasionaba la cultura japonesa y a mí me encantaba escuchar lo que tenía que contarme.

Nos hicimos muy amigos y vinieron días de estudios en la biblioteca del aulario, de reírnos a carcajadas en el laboratorio con Alejandro y sus historias, y de compartir nervios antes de los exámenes de las durísimas asignaturas de Programación, Cálculo o Datos, o de la que ya te avisaban nada más llegar de que era embudo de la carrera, ¡la temida Física! Nos costó, pero las sacamos todas y lo celebramos por todo lo alto.

Un día salimos solos. No recuerdo por qué motivo fuimos a unos cines dejados de la mano de Dios y cuando llegamos estaban cerrados, así que nos sentamos a tomar un batido. Recuerdo aquel día porque fue cuando me explicó que tenía una dolencia en el corazón. Fue duro oírle hablar, pero también admirable.

Llegó mi cumpleaños y entonces Álvaro me hizo uno de los regalos más bonitos que me han hecho nunca, ¡me regaló una estrella! Supongo que ahora será algo menos sorprendente, pero hace 20 años yo no sabía que se podían regalar estrellas y me pareció increíble...

Hubo más clases, más bibliotecas, más prácticas, más cafés, muchas más charlas y alguna que otra salida nocturna con un enorme grupo de amigos que hicimos en aquel año.

Álvaro salió durante algún tiempo con María, una chica estupenda y amiga del grupo, y fue ella quien un día nos llamó a todos para decirnos que le habían ingresado en la UVI.

Pasamos días allí, y sin más, un día Álvaro nos dejó.

El funeral de Álvaro es uno de los recuerdos más dolorosos que tengo. Éramos demasiado jóvenes para entender aquello... Hacía tiempo que no lo recordaba, y ayer al ver el anuncio que decía "Regala una estrella", volví a hacerlo.

Álvaro me regaló una estrella y yo, que le llevo en mi corazón, le quiero regalar hoy a él esta columna.

Si hubiera un cielo, la enviaría hasta nuestra estrella para que la leyeras, porque sin duda, tú estarías allí.

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