Estimada presidenta del Parlament de Catalunya, Carme Forcadell,
Te escribo esta carta intentando entender cómo se puede ser la presidenta de la primera institución de Catalunya y –según la definición que consta en la página web del propio Parlament– de la "institución que representa al pueblo de Catalunya" y seguir actuando solamente a favor de una parte. No entraremos en de qué parte, ni en si bien o en si mal, sino en la propia Presidencia: el cargo y lo que representa.
Entiendo que presidir la primera institución de Catalunya supone representar al pueblo catalán, a todos, a los que piensan como tú y también a los que piensan diferente. Seguro que es muy difícil ser ecuánime e imparcial sobre todo si, como tú, has ocupado cargos de representación en entidades como la Plataforma pel Dret a Decidir y desde 2012 fuiste presidenta de l’Assemblea Nacional Catalana y la cara más que visible del movimiento independentista en Catalunya en las manifestaciones de las últimas Diadas. Por tanto tu esfuerzo por conseguir el equilibrio y la plena representación debe ser mayor que el que hicieron tus antecesores en el cargo, porque estás sobre expuesta. Y no corresponde a la presidenta del Parlament echar pulsos continuados y tensar la cuerda al límite para demostrar que sigues fiel a tus principios y a tus convicciones.
Porque eso está muy bien para el líder de un partido político, de una entidad o de una organización, pero no para la presidenta de un parlamento.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios