ANDRÉS ABERASTURI. PERIODISTA
OPINIÓN

El tiovivo

Andrés Aberasturi, colaborador de 20minutos.
Andrés Aberasturi, colaborador de 20minutos.
JORGE PARÍS
Andrés Aberasturi, colaborador de 20minutos.

¿Cómo evitar en este tiempo de paréntesis entre tragedia y sainete escribir una vez más de lo mismo? Todo se ha dicho ya y las especulaciones se repiten una y otra vez sin que nadie realmente sepa nada. Pero no por repetido deja de ser triste el panorama de un país cuyos dirigentes son incapaces de salvar los poco muebles que nos van quedando.

La única noticia incomprensible es que Rajoy no va a pedir nada a cambio de la abstención posible del PSOE. O eso dice, porque si de verdad no lo hace y todos mantienen su coherencia sin un mínimo de generosidad, volvemos a lo que siempre he dicho, humildemente, que mucho más preocupante que no tener gobierno era que el gobierno que fuera pudiera gobernar. ¿De qué sirve la abstención técnica del PSOE -o de parte del PSOE- sin un compromiso previo para aprobar el techo de gastos, los presupuestos del estado? ¿Qué hacemos con un gobierno que puede perder todas las iniciativas que tome y amenazado siempre por una moción de censura que le devolvería al limbo donde está? Claro que para el segundo caso –la moción- hay que presentar un líder alternativo y un programa y parece que a día de hoy el PSOE no tiene ni lo uno ni lo otro. ¿Cómo se juega entonces este partido?

Los de Génova, que tal vez se las prometen muy felices con una debacle de los socialistas en unas terceras elecciones, están sentados en dos banquillos de la Audiencia Nacional. Pueden venderlo como quieran, pero es un hecho incuestionable para la mayoría de los ciudadanos que no entran en legalismos puntuales. Los de Ferraz, dieron el espectáculo el sábado pasado y andan como pollos sin cabeza de aquí para allá intentando recomponer contra reloj lo que estalló de pronto y en el peor momento. Es más, no descarto que, apoyado en la militancia si al final hay primarias, vuelva el hoy desaparecido Pedro Sánchez. Así que estamos instalado en un tiovivo en el que todos dan vueltas sin llegar nunca a ninguna parte.

?Y los emergentes de alrededor cada uno a su bola. Ribera sigue de buen chico pidiendo lo imposible mientras Pablo Iglesias se va metiendo más y más en un berenjenal de difícil salida: visto lo ocurrido quiere radicalizarse, vuelve a optar por el miedo mientras Errejón es partidario de seducir. Lo de Pablo Iglesias es complicado y cínico, lo cual en política resulta tristemente normal, porque diferencia estar fuera de la gobernación a estar dentro: mientras sigas fuera, miedo y palo; cuando estés dentro, negociación y consenso. ¿Lo entiende eso el electorado, la famosa ‘gente’?  El ideólogo del populismo, el postmarxista argentino Ernesto Laclau, terminó siendo la referencia intelectual de los Kirchner. No digo más.

Y mientras, los independentistas catalanes fijando fechas para repetir la misma historia de un referéndum imposible y el PNV, que hace unos días tranquilizaba desmarcándose de la vía catalana por inútil, negocia ahora con Bildu un gobierno le llevaría la radicalización.

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