ALICIA AGÜERO. PRESIDENTA EN EL ÓRGANO ARBITRAL DE CONSUMO - UNIVERSIDAD CLM
OPINIÓN

Un blindaje para las entidades

Alicia Agüero. Presidenta en el Órgano Arbitral de Consumo - Universidad CLM
Alicia Agüero. Presidenta en el Órgano Arbitral de Consumo  - Universidad CLM
Alicia Agüero
Alicia Agüero. Presidenta en el Órgano Arbitral de Consumo - Universidad CLM

El boom de las hipotecas a tipo fijo tiene tres causas claras: que el Euribor sea negativo desde febrero, la declaración de nulidad de las cláusulas suelo, y el nuevo criterio de abusividad de los intereses moratorios.

El Euribor negativo reduce el diferencial en los préstamos hipotecarios, es decir, rebaja los intereses a pagar por los deudores hipotecarios. Las cláusulas suelo protegían a los bancos de este descenso pero, tras la sentencia del Supremo en 2013, dichas cláusulas se están anulando de forma generalizada. Por lo tanto, la forma de evitar que estos descensos afecten a las entidades es la comercialización de hipotecas a tipo fijo. Ahora bien, estas hipotecas son más caras que las de tipo variable; rondan el 3% porque el consumidor paga el interés pactado aunque el Euríbor se halle por encima o por debajo.

Por otro lado, el Supremo sentenció en junio contra la abusividad de los intereses moratorios que superasen en un 2% a los ordinarios (cuya fijación está en manos de los bancos). Era evidente que ligar ambos conllevaría elevar los ordinarios. Además, en las hipotecas a tipo variable los bancos nunca estarían a salvo de la declaración de nulidad de los moratorios pues, si descendiera el Euribor, el límite de abusividad sería también menor.

Dado que los bancos prestan sus servicios a cambio de una rentabilidad, era esperable que la litigiosidad en los préstamos hipotecarios condujese a un encarecimiento del crédito y a la búsqueda de instrumentos que les blindase frente al descenso de tipos y a las declaraciones de abusividad. Las hipotecas a tipo fijo son este instrumento.

Pero, ¿qué es mejor para el consumidor? Las hipotecas a plazo fijo serían más beneficiosas si el Euribor se situara por encima del tipo fijo más tiempo del que se situase por debajo, lo que es muy difícil aventurar a tan largo plazo. Lo que sí podemos afirmar es que a medio plazo no es la mejor opción pues se prevé que el Euríbor siga siendo negativo hasta septiembre de 2018. Otro indicio es la insistencia de la banca en su contratación o en la novación de hipotecas a tipo variable (que no están obligados a aceptar); piénsese que cuando el Euribor marcó su mayor valor [julio de 2008] sólo un 2,5% de las hipotecas eran a tipo fijo. En conclusión, si los bancos promueven ahora las hipotecas a tipo fijo es porque no se prevé que el Euríbor vaya a superarlo; es decir, que prevén obtener con ellas una mayor rentabilidad. Con todo, es una cuestión de mercado. El deudor a tipo fijo puede planificar el flujo de ingresos que debe destinar a pagar su deuda... y siempre podrá amortizar la hipoteca fija novando su crédito con una hipoteca variable, con el límite legal a las comisiones de cancelación.

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