La patronal de las autoescuelas, CNAE, se queda con una comisión de cada uno de los centros elegidos por ella misma para dar los cursos de recuperación de puntos. Según los documentos a los que ha tenido acceso 20minutos, esta comisión oscila entre un 5 y un 20% de lo que pagan los conductores que asisten a las clases, en función del número de alumnos.

Cuando un conductor se apunta a una autoescuela para recuperar los puntos, no paga directamente al centro, sino a CNAE. Luego, la patronal paga al centro descontando la comisión correspondiente. Y eso que la autoescuela corre con casi todos los gastos: obviamente tiene el local, mobiliario y material; paga los sueldos de los profesores y realiza todos los trámites con la DGT si el alumno supera el curso.

José Miguel Baéz, presidente de CNAE, asegura que el dinero que se queda va a una caja común para "ayudar a los centros que no ganan con los cursos". En los cuatro años de vigencia del carné por puntos (2006-2010), 129.000 conductores han pasado por estos cursos, desembolsando un total de 33,8 millones, es decir, 158.000 euros de media por cada una de las 214 autoescuelas elegidas.

La DGT adjudicó en 2006 a CNAE la concesión para gestionar estos cursos. Como ya denunció este diario el lunes, la patronal ha elegido los centros que dan los cursos entre las autoescuelas que pertenecen a su junta directiva y a la mayoría de las juntas directivas de las asociaciones provinciales que forman CNAE.

El asunto ha llegado al Congreso. Está previsto que este miércoles comparezca el director de la DGT, Pere Navarro, para "informar de todas las irregularidades detectadas", explica el diputado del PP Federico Souvirón. "Queremos saber cuáles han sido los ingresos de CNAE como adjudicataria y qué criterios ha elegido para seleccionar a las autoescuelas".

Una plataforma de 1.400 autoescuelas, que no pueden dar los cursos, se han unido para exigir a la DGT, tal y como ha recomendado Competencia, que liberalice el sector y no permita que un intermediario como CNAE decida quién puede dar los cursos.

Las autoescuelas afectadas que no pueden dar los cursos explican que esta comisión que pagan los centros sí elegidos son una especie de "pago" por haber sido seleccionadas. En Tenerife, Antonio Reyes, dueño de la autoescuela Añaza, ha puesto en manos de los servicios jurídicos de la plataforma de afectados su caso. Asegura que le quitaron la concesión de cursos porque no quiso pagar además una comisión en negro de 35.000 euros anuales. "Me negué. Me lo ofrecieron desde una llamada con número oculto, que está registrada". CNAE le quitó los cursos en 2010 alegando que debía trasladar su centro a otro barrio de Tenerife. La nueva adjudicataria es la autoescuela Inédita, que pertenece al 50% al señor Baéz, presidente de CNAE.

"Me quitaron los cursos por robo político". Salvador Caballero. Autoescuela Palmeras. Salvador habla de "robo político". Esta autoescuela de Ronda (Málaga) daba los cursos hasta que los dos socios se separaron. "Lo hicimos en marzo de 2009, pero yo me quedé con el centro". El 17 de agosto CNAE le comunica que cesa como centro autorizado por "deficiencias observadas". En su lugar le dieron los cursos a la nueva autoescuela "que había fundado mi exsocio, que es esposo de la diputada socialista Ana Fuentes". Está en la comisión de Seguridad Vial del Congreso. Sus abogados ultiman la demanda contra CNAE porque rompieron unilateralmente la concesión. "Tras tres años dando los cursos dijeron que mis ordenadores no valían".

"Báez nos echó para ponerse él". Pedro García Gimeno. Vicepresidente de las autoescuelas de Tenerife.El presidente de CNAE, José M. Baéz, perdió la reelección a la presidencia de la aso-ciación de autoescuelas de Tenerife el 2 de marzo de 2009. Hasta entonces esta asociación daba los cursos. «Baéz se había autoelegido», señala García. Todo cambió al perder. El 24 de agosto de 2009, CNAE notifi-có a la asociación de Teneri-fe, con nueva junta, que ce-saba como centro autorizado para dar los cursos «por deficiencias y carencias en el centro». Un centro que sí reunía las condiciones cuan-do el presidente era Baéz. Su sustituta, autoescuelas Ambar, está integrada en el grupo Velox, de la que es dueño el propio Báez. «Nos echó sin motivos para ponerse él», explica García. La nueva junta de la asocia-ción tinerfeña ha demandado a CNAE y a Baéz en un juzgado de Madrid.