El policía nacional jubilado que ha sido detenido tras confesar haber matado a su mujer pasará previsiblemente este martes a disposición judicial, una vez que el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional haya practicado todas las diligencias oportunas y le haya tomado declaración para dilucidar las circunstancias del crimen, han señalado a Europa Press fuentes de la investigación.

Según las fuentes, los agentes de Policía Científica han hecho la inspección ocular del lugar donde el hombre, de iniciales C.M.C. y 62 años, ha acabado presuntamente con la vida de su mujer, de la misma edad e iniciales N.C.C., que ha sido encontrada muerta en el dormitorio de su vivienda, en el número 4 de la calle Periodista Luis de Vicente de Granada capital. Los agentes han recogido del escenario del crimen un cuchillo y un hacha y están analizando las posibles evidencias que haya dejado en el lugar el presunto homicida.

Además, se está tomando declaración a los posibles testigos, vecinos, familiares y al propio detenido, que podría pasar a disposición judicial este martes o, como muy tarde, el miércoles, ya que en los casos de homicidio se intentan agotar, por la necesaria minuciosa investigación, las 72 horas de las que dispone la Policía para ello.

El suceso se ha producido sobre las 8,30 horas de este lunes en la calle Periodista Luis de Vicente número 4, en la zona norte de la capital, donde el presunto agresor apuñaló a su mujer con un cuchillo de cocina y la golpeó con una machota o martillo de albañilería, según fuentes de la investigación.

Posteriormente, el hombre se dirigió a un bar "bastante nervioso y con manchas de sangre" y confesó haber matado a su mujer a dos agentes de la Policía Local que se encontraban en la zona. Hasta el domicilio de la pareja se trasladaron entonces varias patrullas de la Policía Local y agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional.

Según ha confirmado la coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en Granada, Olga Manzano, la mujer no había presentado ninguna denuncia previa contra su pareja ni solicitó los recursos que ofrece la Junta de Andalucía para atender a la mujeres víctimas de malos tratos. Sí se había desplazado en varias ocasiones al IAM para pedir asesoramiento jurídico, porque su intención era "divorciarse" de su pareja, de la que no informó en ningún momento que la maltratara.

El matrimonio, que tiene dos hijos, uno de ellos guardia civil, se separó hace dos años y el hombre se trasladó a vivir a los bajos del mismo edificio donde vivía la mujer. Después, tras la muerte de la madre de ella, volvieron a convivir juntos.

Según los vecinos, ella tenía desde hacía tiempo "problemas de depresión, de ansiedad y de nervios" y solía tener discusiones con el marido, a las que éste reaccionaba "marchándose y quitándose de enmedio". "Nos hemos quedado muy extrañados, discutían, pero no nos esperábamos que sucediera algo así", ha dicho uno de los vecinos del matrimonio.