El Centro Niemeyer abre sus puertas en Avilés

Después de tres años abriendo boca con visitas de famosos, conciertos y clases magistrales, el próximo viernes 25 de marzo se inaugura oficialmente el Centro Cultural Niemeyer en la localidad asturiana de Avilés.

Woody Allen y su New Orleans Jazz Band son los encargados del concierto de apertura, que estará abierto al público y tendrá lugar en la plaza del complejo, con capacidad para unas 10.000 personas. Los días 26 y 27 de marzo continuarán las actividades culturales gratuitas para todos aquellos que, aprovechando el fin de semana, se acerquen a conocer sus singulares edificios. Entre ellas, destaca la presentación del Film Center, a cargo también del director neoyorquino.

El Centro Cultural Internacional Óscar Niemeyer pretende convertirse en un referente a nivel mundial en educación, cultura y paz, siempre distinguiéndose por su excelencia. Movido por estos criterios, y adelantándose a la inauguración, su equipo ha organizado en los últimos años visitas de celebridades como Vinton Cerf, Kevin Spacey, Serrat, Wole Soyinka, Paulo Coello, Paco de Lucía, Yo-Yo Ma, Brad Pitt, Wim Wenders o Carlos Saura. Recientemente, el centro celebró el primer acto del programa de educación y cultura de la ONU, “Impacto Académico”.

Con sus 103 años, el brasileño Óscar Niemeyer es considerado una de las más grandes figuras de la arquitectura universal, merecedor de premios como el Pritzker, el Principe de Asturias, el León de Oro en la Bienal de Arquitectura de Venecia o la Medalla de las Artes y las Letras en España. Entre sus obras más significativas destacan la sede de la ONU en Nueva York, los sambódromos de Río de Janeiro y Sao Paulo, y los edificios más importantes de la capital de su país, Brasilia, que es la única ciudad construida en el siglo XX considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.

Su pasión por las líneas curvas y las superficies sinuosas ha marcado su obra, y esta huella queda impresa también en Avilés. El conjunto diseñado por Niemeyer consta de cuatro partes independientes: una torre-mirador asomada a la ría y a la ciudad; un centro polivalente con salas de cine, reuniones y conferencias; el museo, que es un solo espacio expositivo diáfano; y el auditorio, con capacidad para 1.000 personas. Los dos últimos edificios están ligados por una marquesina ondulante que cruza la plaza central del complejo. En el sitio web del centro, se puede ver un vídeo del autor explicando su proyecto.

La localidad asturiana de Avilés lleva años pendiente de la evolución de este proyecto, impulsado por el gobierno central y el autonómico. Más allá del interés cultural que pueda despertar en parte de la población, la principal razón es que se espera que sirva de punto de partida para la regeneración económica y urbanística de la región.

En realidad, el Niemeyer forma parte de un proyecto mayor que se presentó hace tres años bajo el nombre de la Isla de la Innovación. En la línea de otras ciudades, como Bilbao, la Fundación Metrópoli diseñó este plan para urbanizar terrenos que habían quedado abandonados en la ría de Avilés tras la reconversión industrial. Con una previsión de trece intervenciones en total, las obras están sufriendo ajustes por la coyuntura de crisis económica, pero sus promotores aseguran que esto no hará menguar la magnitud del complejo. Además del centro cultural, el nuevo escenario está previsto que cuente con un puerto deportivo con capacidad para recibir cruceros y un palacio dedicado a los emigrantes asturianos, entre otras instalaciones.

Los cambios parece que van llegando, aunque poco a poco. El próximo mes de abril, FEVE iniciará las obras de rehabilitación del apeadero de la ciudad y construirá una nueva boca de tren conectada con el paseo de la ría, para que los viajeros puedan acceder al centro cultural a través del puente de San Sebastián. La compañía de ferrocarril de vía estrecha busca ligar con un mejor servicio el Niemeyer y el Guggenheim de Bilbao, y planea incluir Avilés en las rutas del Transcantábrico, el Trancantábrico Gran Lujo y el Expreso de la Robla.