La Audiencia de Valladolid ha condenado hoy a una pena de cuatro años y un día de cárcel al promotor inmobiliario Antonio P.C. como autor de un delito de estafa cometido entre los años 2006 y 2007, periodo en el que anunció la ficticia promoción de viviendas en La Flecha y se apoderó de un total de 137.782 euros de más de una veintena de clientes que le entregaron como reserva de los pisos, para luego, sin previo aviso, cerrar la sociedad y fugarse a Italia.
El estafador, ante la posibilidad de que la condena finalmente impuesta alcanzara los seis años que pedía el Ministerio Fiscal o los siete que interesaban las acusaciones particulares, ha preferido reconocer la autoría de los hechos y se ha conformado con cuatro años y un día de prisión, junto con el pago de una multa de 3.600 euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
En concepto de responsabilidad civil, el promotor, cuya condena es ya firme, deberá indemnizar a sus víctimas con las cantidades estafadas, con el interés legal devengado desde la comisión del delito, así como a sufragar las costas de las tres acusaciones particulares personadas en el proceso.
Los hechos objeto de esta causa se circunscriben al periodo comprendido entre 2006 y 2007, en el que Antonio P.C, actuando unas veces en nombre propio y otras a través de la mercantil Univerinmo S.L, de la que era socio, captó a diversos clientes valiéndose para ello de la Agencia
Mc ag inmobiliaria— a la que posteriormente cambió de nombre pasando a llamarse APC—con sede en el número 66 del Paseo de Zorrilla, así como de anuncios publicitarios que insertó en periódicos locales.
CONSTRUCTORA,
También ficticia
A dichos clientes les ofertó viviendas de nueva construcción en La Flecha a un precio notoriamente inferior al de mercado, a sabiendas de lo ficticio de dicha promoción, y para dar mayor apariencia de realidad a la operación atribuyó la futura construcción de los pisos a la empresa constructora G.C. Monge C.B, también ficticia, y que unas veces situaba en Aranda de Duero y otras en el polígono industrial Allendeduero de dicha localidad burgalesa.
A través de esta maquinación urdida, el acusado logró captar a clientes que en la creencia de la realidad de lo ofertado y de su solvencia pactaron con el mismo la compra de las viviendas, por las que entregaron, a cuenta del precio total en concepto de reserva, cantidades de entre 3.000 y 17.800 euros cada uno.
La venta de los inmuebles comenzó a principios de 2007, mientras que las primeras denuncias fueron presentadas en octubre del mismo año, momento en que el ahora detenido se ausentó de Valladolid.
Las gestiones llevadas a cabo para la localización de Antonio P.C. lo situaron en Italia, donde se hospedó en varios hoteles de ese país. Gastado el dinero y aconsejado por su familia, el fugado se presentó voluntariamente en enero de 2008 en las dependencias policiales.
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