El portavoz de la APM, Pablo Llanera, cree que el Tribunal Supremo tomará una decisión "ajustada a Derecho" sobre Sortu en base a "indicios perfectamente hilvanados" por la Fiscalía y la Abogacía del Estado. Además, considera que la formación abertzale deberían ir "más allá" del mero rechazo a la historia de ETA, "que podría ser formal y aparente".

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Llanera ha considerado "correctos" los argumentos de la Fiscalía y la Abogacía del Estado contra la inscripción de Sortu, en base a unos indicios "perfectamente hilvanados".

"La petición de la Fiscalía y la de la Abogacía del Estado no son peticiones frívolas, sino que son peticiones que se ajustan a los parámetros normales de un juicio, con una serie de indicios perfectamente construidos e hilvanados", ha subrayado.

Por ello, ha dicho que la aportación de contraindicios por parte de Sortu sería "positiva", pero ha considerado que los promotores de esta formación deberían ir más allá del mero rechazo a la historia de ETA.

"La manifestación de rechazo de actuaciones ilegales anteriores es una manifestación que puede ser meramente formal y aparente y, en ese sentido, lo lógico es que los contraindicios descansen en elementos que permitan una evaluación más objetiva que la mera manifestación de interés", ha añadido.

Además, ha reconocido que la decisión judicial tiene mucha importancia porque están en juego derechos de participación democrática, pero ha afirmado que los jueces de la Sala Especial del 61 del Tribunal Supremo tomarán una decisión ajustada a Derecho.

ESTRASBURGO

En caso de que el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional fallaran contra Sortu y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos a favor de esta formación, ha dicho que las resoluciones de Estrasburgo "no son vinculantes para el Estado español, como para ningún otro Estado, y en tal supuesto, no tendría más eficacia que el compromiso que supondría para las propias autoridades españolas a la hora de conducir su actitud futura".

"La sentencia de Estrasburgo sería vinculante en el sentido de que la fuerza moral de las sentencias de Estrasburgo es muy marcada, y en sentido y hasta ahora, lo que marcan es el posicionamiento de las autoridades del país con posterioridad a la sentencia que se ha dictado, a las exigencias que haya marcado el propio Tribunal Europeo de Derechos humanos", ha añadido.

En esta línea, ha subrayado que "el peso moral que tiene el Tribunal de Estrasburgo, lleva a todos los gobiernos o estados a adaptar sus conductas a lo que ha dicho Estrasburgo que debería haber sido".