La Generalitat asegura que Cataluña goza de "seguridad" en materia nuclear

La central nuclear de Ascó.
La central nuclear de Ascó.
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La central nuclear de Ascó.

El portavoz de la Generalitat de Cataluña, Francesc Homs, ha asegurado este miércoles que Catalunya goza de "seguridad" en materia de energía nuclear, tras la alarma levantada en Japón en este ámbito después del terremoto que padeció la semana pasada. No están de acuerdo los ecologistas, que aseguran que los planes de emergencia de Ascó no prevén la rotura de los embalses del Ebro y que esta central está sobre una falla sísmica. Además, señalan que quienes defienden las nucleares tras la crisis de Fukushima son unos "cínicos y criminales" y "juegan a la ruleta rusa a escala masiva".

"En Catalunya tenemos tres centrales nucleares y siempre hemos convivido con ello. Creemos en la seguridad", ha remarcado Homs en declaraciones a Onda Cero. Tras reiterar que la apuesta del Govern pasa por un mix energético, sin abandonar la nuclear, Homs ha recordado que ya han impulsado un Plan de Energía 2012-2020 para abordar este debate.

Ante una emergencia

Los 18 municipios del área de influencia de las centrales nucleares de Ascó y Vandellòs, en Tarragona, están siendo objeto de un estudio en profundidad promovido por estos ayuntamientos sobre las infraestructuras, recursos humanos y medios disponibles en caso de emergencia nuclear.

Según han informado fuentes del consistorio de Ascó, éste es el resultado de un convenio subscrito entre la Asociación de Municipios en Áreas con Centrales nucleares (AMAC) y la Fundación para los Estudios de Prevención y Seguridad Integral, vinculada a la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que afecta a 70 municipios de áreas nucleares de España, de ellos 18 en Cataluña (trece en Ascó y cinco en Vandellòs i L'Hospitalet de l'Infant).

En concreto, el estudio analizará si la estructura del Plan de Emergencias Nucleares en Tarragona (Penta) puede dar respuesta a cualquier tipo de riesgo y comprobará si la coordinación entre las diferentes administraciones públicas y entre los diferentes niveles del plan favorece la resolución de la emergencia.

También evaluará las dotaciones técnicas de los grupos actuantes, explorará la posibilidad de aplicar metodologías innovadoras en la gestión de riesgos presentes y comprobará que la dotación de medios y recursos, así como si las infraestructuras de evacuación y comunicación, son las necesarias y suficientes.

Finalmente, el estudio verificará la implantación real del Penta y su mantenimiento y recomendará mejoras del plan existente, de las dotaciones técnicas, de los medios y recursos y de los procedimientos de trabajo.

Pero, además, el Ayuntamiento de Ascó cuenta con un plan propio, dependiente del Penta, para el que trabaja un técnico municipal, con la finalidad de inventariar el número de habitantes en el núcleo urbano y en las masías de las afueras (mediante GPS) y las infraestructuras disponibles en todo momento. En este sentido, el consistorio de Ascó ha recibido este martes un segundo vehículo de Protección Civil encargado de seguir las rutas previstas en caso de accidente nuclear para avisar a la población de lo que debe hacer en cada momento.

¿Y si se rompen los embalses?

Científicos antinucleares y ecologistas de Els Verds-Alternativa Verda aseguran que la central de Ascó, a orillas del Ebro, no contempla la rotura de los embalses de Ribarroja y Mequinensa, construidos a pocos kilómetros curso arriba.

El ingeniero industrial Josep Puig y el periodista Santiago Vilanova han cargado duramente contra el 'lobby' nuclear y contra el uso de la energía atómica en Catalunya, al recordar que Vandellòs I ya se vio obligado a cerrar uno de sus dos reactores por un incidente en 1989.

Del mismo modo, han asegurado que la central de Ascó está instalada sobre una falla sísmica que no ha sido estudiada en profundidad, en una zona que ya se inundó en 1937 durante la Guerra Civil española, y con una red de carreteras "obsoleta" cuya escasa capacidad las hace inviables para la evacuación del lugar en caso de peligro.

Puig, autor de un informe encargado por el tripartito en el que se garantiza que es posible cerrar las tres nucleares catalanas en un periodo de diez años con la inversión de 20.000 millones de euros, ha lamentado también que las pruebas de estrés anunciadas en los reactores europeos se basan en simulaciones, por lo que en ningún caso se podrá materializar la realidad de lo que pasaría con un accidente a gran escala como el sucedido en Japón.

"Las nucleares deben ser cerradas antes de que nos debamos arrepentir por mantenerlas en funcionamiento", ha reclamado Puig, al asegurar que dejarlas en operación es "jugar a la ruleta rusa a escala masiva" y, en el caso de España, la central valenciana de Cofrentes y la burgalesa de Santa María de Garoña tiene un diseño análogo a las plantas afectadas en el país nipón.

Vilanova ha ido más allá, al considerar que mantener hoy en día la defensa de la energía nuclear tras lo sucedido en Fukushima es propio de personas "cínicas y criminales", algo que ha vinculado estrictamente a los beneficios que produce la energía atómica y a intereses económicos de grandes grupos eléctricos.

Sin entrar a valorar si lo sucedido en Japón tras el 'tsunami' es apocalíptico, Puig ha garantizado que se trata de una "catástrofe real", tras la que se han liberado grandes cantidades de partículas radiactivas a la atmósfera cuyo efecto está por conocer y, como mínimo, ha dejado inutilizados tres reactores.

Opacidad y mentiras

Especialmente críticos se han mostrado los antinucleares con la opacidad y las "mentiras" que, a su juicio, propaga la industria nuclear y los científicos "a sueldo" que alaban un tipo de generación eléctrica que, aunque falle en casos que no son muy probables, sí puede provocar unas catástrofes que "son posibles".

os planes de emergencia de Ascó no prevén la rotura de los embalses del Ebro

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