Hasta el momento, han estallado dos artefactos y la Guardia Civil ha examinado un paquete sospechoso junto a un puente en el punto kilométrico 73 de la AP1, en el término de Cabriana, pero ha constatado que no contenía material explosivo, señaló la subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio.

Los especialistas policiales en explosivos analizaron el paquete, que se encontraba dentro de un saco, y concluyeron que su contenido no era material explosivo, por lo que continuaron la inspección del lugar, como también lo hacen en la AP-68, cerca del término municipal de Gallur (Zaragoza).

En esa zona, ETA habría colocado supuestamente otro artefacto, pero de momento no se ha hallado, por lo que las fuerzas de seguridad han ampliado el perímetro de búsqueda para intentar encontrar el explosivo o el cráter que haya dejado si ya ha explotado.

El tráfico de vehículos por esta autopista, entre las localidades de Tudela (Navarra) y Gallur, ha sido restablecido -se había cortado a las 07:40 horas- al no encontrarse el artefacto, aunque los GEDEX y agentes de la Guardia Civil continúan la búsqueda tras el aviso. El primero de los dos artefactos que han estallado lo hizo en el kilómetro 141 de la carretera A-8 en la localidad cántabra de Ontón.

La explosión se produjo en un camino anexo a la carretera y no ha causado daños personales ni materiales en la vía, que había sido cortada al tráfico, indicaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Cantabria.

El artefacto contenía entre dos y tres kilos de explosivo, según el delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez. La explosión ha provocado un cráter de unos dos metros.

Tras la deflagración, un equipo especializado en explosivos de la Guardia Civil, que está analizando los restos del explosivo para determinar su componente, ha rastreado la zona para comprobar que no había más artefactos.

Segunda explosión

La segunda explosión, de pequeña magnitud, se produjo sobre las diez de la mañana en un camino situado a unos diez metros del kilómetro 83,300 de la carretera N-111, en el término municipal de Viana.

En el momento de la explosión, que no ha ocasionado daños personales, la zona se encontraba acordonada y cortada al tráfico.

Tras la deflagración, que tuvo lugar en un camino de la ruta jacobea, por el que habitualmente transitan peregrinos, el tráfico en la carretera N-111 ha quedado restablecido.

Los agentes de la Guardia Civil permanecen en el lugar de la explosión, situado a cinco kilómetros de Viana y cuatro de Logroño, para concluir sus labores de inspección.

La circulación en la A-8 se ha reanudado en ambos sentidos, informó la Guardia Civil de Tráfico.

El corte en esta autovía ha causado retenciones de unos seis kilómetros, después de que se recibiera el aviso de la colocación del artefacto a las 06.35 horas, según datos facilitados por la Dirección General de Tráfico.

Este atentado es el segundo en 24 horas. La banda terrorista colocó una bomba junto a la sede de la Falange en Santoña, Cantabria.

Los ataques de hoy coinciden con la jornada de huelga en el País Vasco convocada por el partido político ilegal Batasuna, para protestar por la muerte de dos etarras presos en el último mes.