¿Es la dependencia del petróleo de España un problema real?

Las revueltas en el mundo árabe, al llegar y enquistarse en Libia, han producido un efecto que muchos temían: el miedo a que afecten al suministro y comercialización de petróleo. La mayoría de los grandes productores de petróleos son países inestables y su inestabilidad hace subir el precio del crudo y con él, sube todo lo demás. Una situación que hace saltar todas las alarmas cuando se intenta superar una de las mayores crisis económicas de la historia y España es un país sumamente dependiente del 'oro negro', al mismo tiempo que las petroleras españolas están manteniendo unos altos márgenes de beneficios.

El Gobierno español lleva una semana preparando medidas para promocionar el ahorro energético (reducción del límite máximo de velocidad, plan renove de neumáticos, iluminación en carretera y edificios públicos, etc.) que se aprobarán este viernes en Consejo de Ministros

¿Por qué ha subido el precio del petróleo en las últimas semanas?

A día de hoy, el precio del barril de Brent está en torno a 115 dólares (82,4 euros). El coste del 'oro negro' se disparó a finales de febrero -llegó a situarse a 120 dólares- en plena crisis política en Libia (productor y exportador de crudo). En realidad, esta tendencia tiene un carácter más especulativo que real, ya que el suministro no se interrumpió. Además, de producirse problemas en el flujo, el mayor productor y segundo exportador del mundo, Arabia Saudí, incrementaría así la producción, compensando ese hueco.

"El mercado petrolero está muy financializado y sobrereacciona", indica Federico Steinberg, investigador del Real Instituto Elcano y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid. Y explica: "Lo que ha provocado esta espiral es la prima del miedo al contagio. Tal y como está la situación, lo que pasa en Libia podría llegar a Irán, Yemen u otros productores, así que el mercado se anticipa y compra como loco ahora que no ha subido tanto, pero como todos lo hacen, el precio se dispara de manera irracional".

¿Seguirá subiendo?

La mayoría de los expertos consultados creen que así será, aunque también dependerá de cómo sigan evolucionando las tensiones en esta zona del mundo. Hay que esperar a ver si esta situación es un pico o un salto permanente para poder hacer previsiones con cierta fiabilidad.

En cualquier caso, la Agencia Internacional de la Energía (IEA) en su informe World Energy Outlook prevé que el barril de petróleo costará unos 200 dólares (143,5 euros) en 2035, un cálculo realizado antes de que estallara la situación en Oriente Medio y en el Magreb.

El banco de inversiones japonés Nomura ha calculado que, si se llegara a una situación extrema, el precio del barril podría llegar a los 220 dólares (157,7 euros).

¿Son las revueltas en el mundo islámico y concretamente en Libia las causantes de esta escalada?

De esta escalada especulativa, sí. Con las revoluciones en Egipto y Túnez no sucedió nada parecido porque no eran fundamentales para la producción mundial (sólo afectaba como paso estratégico el control del Canal de Suez). Ahora, la situación en Libia y los disturbios en Yemen, Bahréin, Irán y otros países han disparado el temor a un 'efecto contagio'.

¿Es un problema puntual?

Esta subida corresponde a un hecho coyuntural como la difícil situación en los países productores, algo previsible porque son países que podrían considerarse inestables o, al menos, complicados. Sin embargo, el mercado petrolífero también sufre un problema estructural.

Actualmente, la diferencia entre oferta y demanda es pequeña (por poner un ejemplo figurado: la demanda estaría entre 95 millones de barriles y la producción en torno a unos 100 millones). La demanda va a seguir subiendo (aunque en los países más desarrollados el consumo poco a poco va disminuyendo, los países emergentes encabezados por China e India copan y superan esa diferencia) y, con ella el precio. Estos dos factores provocan que cualquier problema en un país productor dispare el miedo.

Igualmente, los pozos existentes se van agotando y los nuevos implican que el producto resultará más caro y tardará más en entrar en circulación (hay que pensar, por ejemplo, en las plataformas en alta mar). No hay que olvidar que el precio del petróleo ya estaba subiendo antes de esta escalada, aunque a una velocidad inferior.

¿Libia exporta petróleo a España?

Sí, sin ir más lejos en diciembre de 2010 el crudo libio representó el 13,4% del total, sólo superado por el procedente de Irán (18,7%). En el total del año pasado, supuso un 13%, según los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES).

¿A qué otros países compramos 'oro negro'?

España compra su petróleo a un diverso grupo de países. Los que más volumen vendieron el año pasado fueron Irán (14,5%), la mencionada Libia (13%), Rusia (12,7%), Arabia Saudí (12,4%), México (11,3%) y Nigeria (10,6%). Como dato orientativo, sólo un 2,2% del crudo importado por España proviene de la UE, y de esa cifra, un 1,3% es de Noruega.

¿Cuáles son los mayores productores y exportadores de petróleo del mundo?

Los mayores productores son, por este orden, Rusia, Arabia Saudí e Irán. Los mayores exportadores son Arabia Saudí, Rusia, Emiratos Árabes Unidos e Irán.

¿Cuánto gasta España en comprar esta materia prima?

El año pasado España gastó unos 21.000 millones de euros en petróleo (más del 2% del PIB). En 2009, el gasto estimado fue de unos 22.000 millones de dólares, unos 17.000 millones de euros, al cambio actual. En aquel ejercicio, el gasto energético español ascendió a 34.136 millones de euros, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Si esta escalada se mantuviera y se mantuvieran los precios por encima de los 110 dólares, el coste para 2011 podría superar los 48.000 millones (un 4,8% del PIB).

¿Cuál es la dependencia de España del petróleo exterior?

España tiene una de las mayores dependencias de petróleo de la UE: la media europea es del 50% y la de España ronda el 80%.

A modo ilustrativo, mientras España -con su enorme dependencia del petróleo- ha tenido que reducir su límite de velocidad a 110 km/h, Holanda ha propuesto elevarlo a 130. Los dos anuncios se han producido en la misma semana de alza del precio del petróleo.

¿Por qué España es tan dependiente del petróleo?

Principalmente por la orografía peninsular, muy montañosa, que imposibilita la creación de una red ferroviaria competitiva y favorece el transporte por carretera, que consume mucho más combustible.

¿Y España no tiene petróleo propio? ¿No sería una posible solución?

La producción española de petróleo es mínima (supondría un 0,2% del total consumido). A pesar de que hay yacimientos y se cree que podría haber más en los Pirineos, en las aguas canarias o en el Golfo de Valencia, los expertos opinan que sería poco efectivo apostar por el producto nacional, que además es probable que tuviera menos calidad que el de Oriente Medio.

¿No hay reservas de petróleo por si acaso?

Sí, la legislación vigente obliga a mantener unas reservas estratégicas para 90 días.

¿Esta situación podría provocar que España se quedara sin suministro?

Es altamente improbable. "El riesgo de falta de suministro de petróleo o gas no se contempla en ningún escenario, aunque se han previsto protocolos de actuación por si acaso", explica Alfonso Beltrán García-Echániz, director general del Instituto de Diversificación y Ahorro Energético (IDAE), dependiente del Ministerio de Industria.

Si un país exportador suspendiera su producción, se podría compensar comprando de otros lugares. El principal problema sería que se encarecería aún más.

Si, aunque sea improbable, ocurriera, el impacto sería principalmente en los transportes, que consumen un 55% del petróleo en España y allí es donde se notarían las mayores restricciones. En el apartado eléctrico, la carencia de petróleo sería solventada con otras fuentes energéticas sin problemas.

¿Cómo afectarán estos niveles de precio a la situación económica en España?

España está iniciando un lento y titubeante proceso de recuperación económica.  "La recuperación y el crecimiento económico, todo se retrasaría", expica a 20minutos.es Luis Carlos Corchón, catedrático de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid. "El petróleo está en todo y encarecería todos los productos, convertiría a España en un país poco competitivo", asegura Pere Palacín, profesor titular del departamento de Ingeniería Industrial del Instituto Químico de Sarriá de la Universitat Ramón Llul a este mismo periódico.

"España no puede soportar un petróleo a 100 dólares de forma prolongada", aseguró, por su parte, Mariano Marzo, catedrático de Recursos Energéticos de la Universidad de Barcelona al diario El País.

El vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, indicó que cada subida de 10 dólares en el precio del barril de petróleo eleva la factura energética en 6.000 millones de euros anuales.

No hay que olvidar que en todas las crisis económicas de las últimas décadas el precio del crudo estaba disparado. En 2008, fecha de inicio de la actual crisis financiera, el barril de petróleo alcanzaba los 148 dólares.

¿Notaremos los usuarios esta escalada?

Evidentemente. Las gasolinas ya han subido -este jueves han marcado un nuevo máximo histórico, aunque curiosamente las petroleras no han pagado el producto vendido a ese precio, al usuario sí le repercute-,  así que los transportes y sus derivados lo harán. La factura eléctrica también será más cara, si se mantiene la tendencia, al igual que la bombona de butano y los alimentos (el índice de precios de los alimentos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) batió el récord de los últimos 20 años en febrero de 2011 al situarse en una media de 236 puntos, un máximo histórico; hay que recordar que el petróleo influye indirectamente en el precio de los alimentos porque encarece el transporte de los mismos). Y así con todo, porque el petróleo influye en casi todas las áreas de la economía.

¿Pagamos más los españoles por la gasolina?

Aunque con impuestos (se les aplica el impuesto especial de venta minorista para hidrocarburos y el IVA) las gasolinas españolas están algo por debajo de la media europea, el precio antes de impuestos -que es el que permite una comparación homogénea con los países de nuestro entorno- revela que España tiene el tercer precio más alto de la UE en gasolina y el sexto en gasóleo, según los datos del Ministerio de Industria.

¿Por qué ocurre esto?

El mercado minorista de la gasolina funciona en España como un oligopolio que mantiene un acuerdo tácito, pero no explícito, en cuanto a los precios. Esto se puede ver al observar la diferencia que existe entre los precios de estaciones de servicio independientes y los de los grandes operadores. Esto sumado a la diferencia del tramo autonómico del impuesto y a que la distribución de gasolineras se organiza por regiones, por "islas", generan importantes diferencias de precios entre estaciones de servicio distanciadas por pocos kilómetros.

A las petroleras, ¿les está afectando?

Es pronto para valorar ese extremo. Solo un dato conocido recientemente: la principal petrolera española Repsol YPF triplicó sus beneficios del año anterior en 2010 y obtuvo un beneficio neto de 4.693 millones de euros en 2010.

¿Qué está haciendo el Gobierno?

El Gobierno maneja tres niveles de alerta. Ahora está activado el primero, que corresponde a un panorama de inestabilidad en los mercados de petróleo, pero sin problemas de suministro, según fuentes gubernamentales. Los niveles dos y tres plantean escenarios de momento aún muy lejanos, porque se activarían en caso de problemas con el suministro.

En cualquier caso, de llegar a esos niveles las medidas a adoptar sería más drásticas y el Gobierno podría llegar a intervenir el mercado o imponer restricciones de consumo y tráfico, según recoge el artículo 49 de la Ley de Hidrocarburos.

De momento, parece que en estos niveles el Gobierno está siguiendo las recomendaciones que la Agencia Internacional de la Energía expuso en un documento del año 2007. Entre los ejemplos que se podían leer: restricciones del tráfico y de las velocidades, fomento del teletrabajo y la flexibilidad laboral y reducción de la polución causada por los automóviles.

"No podemos influir en si el petróleo sube o no, pero necesitamos importar menos", explica Alfonso Beltrán director del IDAE. "Con estas medidas jugamos con la variable que podemos tocar: el ahorro".

¿Son efectivas estas medidas?

El Gobierno espera que estas medidas supongan un ahorro del 3% de la factura petrolera (en torno a los 1.400 millones de euros si se mantuviera un año) y algo más para los usuarios. En cualquier caso, fuentes cercanas al Gobierno califican esta medida como algo "simbólico" y más dirigido a concienciar que a provocar un ahorro significativo.

Sin embargo, la mayoría de expertos se muestran bastante escépticos ante dichas medidas."Son medidas que ahorrarán poco", explica Luis Carlos Corchón. "Las cifras que da el Gobierno están hechas un poco a capón, creo que habría otras cosas que podrían provocar más ahorro", duda el profesor Palacín, del Instituto Químico de Sarriá de la Universitat Ramón Llul. "Estas medidas son síntomas de poca previsión", critica José María González Vélez de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), "las políticas cortoplacistas no solventarán el problema".

¿Cuál es el papel de la Unión Europea?

La Comisión Europea mira con preocupación estos datos. Según sus cálculos, cada diez dólares de incremento del precio por barril supondrán una décima menos de crecimiento económico. Por esa razón, muchos analistas esperan que en próximas fechas el Banco Central Europeo varíe su política monetaria y eleve los tipos de interés. La institución europea se encuentra ante una disyuntiva peliaguda: para favorecer el crecimiento económico en la crisis ha mantenido muy bajos los tipos, pero con el aumento del precio del crudo, la inflación sube y para aliviarla debería elevar los tipos, pero lastraría el crecimiento, sobre todo el de los países más débiles.

Con respecto a este problema, la Comisión ya trabaja en medidas a largo plazo. Según ha podido saber 20minutos.es, este organismo presentará un plan energético con vistas a 2050 que se basará en el desarrollo de las renovables y el incremento de la eficiencia energética para eliminar la dependencia energética de los combustibles fósiles y sus volátiles mercados.

¿Cuáles son las soluciones?

La solución probablemente es obvia: bajar la dependencia del petróleo de nuestro país. Se trataría de fomentar tres conceptos: las energías renovables, el ahorro y la eficiencia energética.

"Nuestras únicas energías autóctonas son las renovables", explica José María González Vélez, de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA).

"Debemos tener medidas a largo plazo y no para pasar estos días", defiende el profesor Palacín. "Primero hay que desarrollar un 'mix energético' lo más variado posible. Hay que apostar de verdad por los transportes públicos y enseñar a ahorrar desde la escuela, pero también en las administraciones -¿cuántos edificios públicos mantienen su iluminación fuera del horario laboral?-... Hay que crear una cultura y no proponer medidas basadas en ideas felices".

¿España tiene potencial en energías renovables?

Sí, España tiene un tremendo potencial en energías renovables y la prueba está en la eólica, que es la única que está logrando ser competitiva y tener un peso importante en el sector. Igualmente contamos con tecnologías y empresas líderes en este sector (Gamesa, por ejemplo, es una de las cinco mayores empresas de aerogeneradores del mundo).

La generación de electricidad con energías renovables evitó que se importasen más de 10,7 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep) en 2009, lo que supuso un ahorro de importaciones de combustibles fósiles de 2.137 millones de euros, aproximadamente un 0,20% del PIB de España en ese año.

Sin embargo, estas siguen sin ser competitivas: las otras energías son más baratas. Es el principal obstáculo, al que se añaden las dificultades ejecutivas -"falta voluntad política", según la APPA- y las de concienciación -en momentos de crisis es complicado concienciar a las empresas para que utilicen energías más caras-.

"El tema de las renovables es vital para nuestro país", asegura el director del IDAE, "este Gobierno no lo olvida y los que vengan tampoco lo harán".

¿Es factible llegar a una dependencia 0 del petróleo?

A pesar de que hay estudios que empiezan a hablar de ello, ese no sería el objetivo -un tanto irreal, para todos nuestros expertos-. Sin embargo, una menor dependencia del petróleo podría fijar su precio a límites más bajos y asumibles para las economías y que dejara de ser un mercado tan volátil, que depende en gran parte de una zona del mundo muy conflictiva.

Expertos consultados

  • Alfonso Beltrán García-Echániz, director general del Instituto para la Diversificación y el Ahorro energético (IDAE).
  • Federico Steinberg, investigador del Real Instituto Elcano y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.
  • José María González Vélez, presidente de la Asociación de Productores de Energías Renovables-APPA.
  • Pere Palacín, profesor titular del Departamento de Ingeniería Industrial del Instituto Químico de Sarriá, de la Universitat Ramon Llull.
  • Luis Carlos Corchón, catedrático de economía de la Universidad Carlos III de Madrid.
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