Los límites del periodismo y la confesión de Isabel García a Ana Rosa Quintana

Una imagen de 'El programa de Ana Rosa'.
Una imagen de 'El programa de Ana Rosa'.
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Una imagen de 'El programa de Ana Rosa'.

Una confesión en directo sobre uno de los más perversos y mediáticos crímenes que se han cometido en España ha desatado la polémica sobre los límites del periodismo. El pasado viernes Isabel García, la mujer de Santiago del Valle, confesaba en directo en El programa de Ana Rosa, que su marido asesinó a la pequeña Mari Luz Cortés.

Según lo que el propio Del Valle le habría confesado, la niña cayó accidentalmente y se golpeó. Una vez inconsciente, su marido y su cuñada la metieron en un carro y la subieron en un coche para llevarla a las marismas, a donde la arrojaron aún viva, como han demostrado los forenses durante el juicio.

Inmediatamente después de la confesión comenzaban las reacciones en diversos ámbitos que pretendían juzgar el modo en que se consiguió esa confesión, de una mujer con un retraso mental de moderado a leve, en directo, y el último día de juicio contra Santiago del Valle.

En primer lugar la titular del Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid ordenó el ingreso en prisión sin fianza para Isabel García, acusada de los presuntos delitos de omisión del deber de impedir delitos y falso testimonio. Pero la jueza no olvidó a los "responsables" de la confesión, y también mandó iniciar diligencias de investigación para aclarar la actuación de los responsables de Telecinco y del programa de Ana Rosa Quintana "por el modo y forma en que Isabel García fue conducida de Sevilla a Madrid y con posterioridad a dependencias policiales".

Un portavoz de Telecinco aseguró entonces que debería ser la productora Cuarzo, que realiza el programa dirigido por Ana Rosa Quintana, la que explique "cómo se ha hecho esto, porque no ha sido Telecinco".  "Pero en general, como cadena, nos parece que no vale el juzgar el trabajo periodístico con distinto rasero, según sea el medio de comunicación que esté dando una exclusiva", aseguraban desde la cadena.

Esa "actuación" de los responsables de la productora fue puesta después en entredicho por el diario El mundo, que publicaba en su web un vídeo que mostraba las grabaciones que no se emitieron y que se hicieron tras la conexión en la que se produjo la confesión.

En las imágenes se puede ver a Isabel García evidentemente conmocionada, a punto de sufrir un desmayo y rogando que no le hicieran más entrevistas y dejaran de grabarla. Ante eso, los responsables de la productora siguen grabando y se muestran preocupados porque otros periodistas puedan acceder al testimonio de la mujer.

Además, el diario aseguraba que "miembros de la productora Cuarzo han acompañado a Isabel García día y noche durante los últimos días. Desayunos, comidas y cenas junto a ella para evitar que pudiera aparecer en el plató de otra cadena".

La presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, se refirió al vídeo asegurando que es un "atentado contra la dignidad" de la entrevistada y "no favorece la reputación de los medios de comunicación ni la de los periodistas".

Ana Rosa se defiende

Este lunes, Ana Rosa Quintana se defendía de las críticas vertidas asegurando que dieron "la noticia que todo periodista hubiera querido dar" y que esa entrevista en plena calle fue fruto de un trabajo "periodístico" de tres años, del que se sentían "orgullosos".

Durante el programa también dio su versión Patricia Pardo, la reportera que entrevistaba a Isabel García cuando se produjo la confesión. La periodista aseguró que la mujer confesó "libre y voluntariamente" y que la primera confesión tuvo lugar fuera de cámara, por lo que la reportera le pidió a Isabel García que lo repitiera en directo, a lo que la mujer de Santiago del Valle accedió.

Sobre el trato que recibió la mujer, Patricia Pardo aseguró que "la información se trató con corrección. No creo que nadie haya tratado a Isabel con tanta dignidad, ni siquiera su marido". Sobre la preocupación de mantener el acceso a la mujer vetado a otros medios, la periodista explicó que Isabel García "estaba rodeada de cámaras y le llamaron de otra televisión. Lo único que dije es que no iba a permitir que una exclusiva que yo había conseguido para este programa fuera a otro".

"Seguimos grabando porque es lo que siempre hacemos. Esas imágenes se corresponden con el final de la entrevista, cuando ella ya ha confesado y nunca más vuelve a entrar en directo al programa", aseguró la reportera.

Nacho Abad, colaborador de El programa de Ana Rosa acompañó a Isabel García tras la entrevista a la comisaría, para que hiciera allí de nuevo la confesión. El periodista se defiende de las acusaciones de "secuestro" de la mujer diciendo que "la verdad es que si tú vas a una comisaría con alguien secuestrada, lo primero que harías sería decírselo a un policía".

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