Los ciclos de manchas solares tienen una duración media de 11 años, durante los cuales el Sol cambia su apariencia salpicada de manchas -que pueden tener el tamaño de Júpiter- a no mostrar ni una durante todo un mes, como ocurre ahora.
Esta apariencia se mantendrá durante todo el año, aunque eso no significa que cesen del todo las manchas y explosiones solares.
La escasez de manchas solares se asocia a una menor actividad en la superficie del Sol, ya que estos destellos son grandes islas de magnetismo generados por el astro que están en continua agitación hasta que la tensión entre ellas se hace insostenible y se producen las explosiones.
Sin auroras boreales
Las manchas solares son las responsables de las auroras boreales, una imagen que este año no se podrá disfrutar.
Pero también de otros fenómenos molestos para el hombre, como interrupciones en conexiones de radio y apagones a causa de las tormentas magnéticas .
Científicos de California han advertido de que el próximo ciclo solar será mucho más activo que el anterior, por lo que estos fenómenos serán mucho más habituales en la próxima década.
El último mínimo solar, hace 10 años
El último "mínimo" solar, producido en 1996, tuvo, al menos, una mancha solar y una explosión del tipo X, la más fuerte de todas. Gracias a las manchas solares, Galileo Galilei pudo descubrir la rotación solar en el año 1610, ya que en ese momento el Sol se encontraba en su ciclo máximo por lo que era fácil comprobar su movimiento observando tan sólo el desplazamiento de sus manchas, algo que no se podría hacer en este momento.
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