La Subida de la Granja de Toledo ha quedado abierta este viernes al tráfico, tras una inversión de 600.000 euros y seis meses de obras de remodelación, que han logrado reforzar la imagen de este vial de acceso al Casco Histórico y hacer más accesible tanto su uso peatonal como el del tráfico rodado.

En declaraciones a los medios, después de inaugurar una placa que deja constancia del día de hoy, el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, se ha mostrado "contento" de poder poner en marcha este vial "estratégico" de acceso al Casco y una zona de especial importancia "por la perspectiva de la ciudad".

Ha comentado que, aunque finalmente se han suprimido "algunas cosas del proyecto inicial" como unas pérgolas que podían perturbar la perspectiva desde abajo, ha quedado una calle "muy renovada y actualizada", en lo que ha definido como una obra "que ha terminado siendo más dura de hacer y más costosa en su conjunto".

Según García-Page, esta era la calle típica de Toledo "en permanente estado de abandono, de tráfico intenso, con subida peligrosa", y ahora se ha sustituido el canto rodado por un adoquín que "aguanta mucho tiempo" y está "preparado para el arranque de coches" y se ha reforzado la función peatonal consiguiendo una "ordenación visual mucho más actual".

Ahora, como ha detallado el gerente del Consorcio de la Ciudad de Toledo, Manuel Santolaya, queda por completar la ordenación cambiando las farolas del lado derecho —según se sube—, y colocar alguna papelera de los modelos tradicionales.

Las obras han sido ejecutadas por la empresa Antolín García Lozoya mientras que el redactor del proyecto ha sido el arquitecto Francisco Jurado, según ha señalado Santolaya, que ha indicado que, además, se ha aumentado "un poco" el tramo de calle que había en la parte inferior del paseo.

Además, se ha buscado que la acera de la derecha "tuviera un recorrido peatonal y sirviera como mirador sobre el resto de la ciudad", y que en la izquierda —con la colaboración de los distintos conventos— se hayan adecentado las tapias y murallas, logrando, además, tres aparcamientos más que antes, aunque ahora todos situados en el lado izquierdo.

Intervención completa

Sobre este asunto también se ha manifestado el presidente de la Junta de Distrito del Casco, Ángel Felpeto, que ha mostrado su "satisfacción" en nombre de las asociaciones de vecinos por la restauración de esta zona, que era de las "más degradadas no solo en el pavimento sino en el entorno", que ha permitido una "intervención completa" que ha incluido, además, la reparación del inicio de la calle Armas, "que tenía algunas deficiencias".

En cuanto a las críticas de Iniciativa Ciudadana del Casco Histórico a la altura y el color de los bolardos que se han instalado en la calle, Felpeto ha señalado que quien ha diseñado esto "lo ha hecho en función de dar una continuidad a los bolardos que hay en el inicio de las escaleras".

"Estéticamente no me parece mal", pero habrá que ver si desde el punto de vista de la accesibilidad se plantea algún problema, ha indicado Felpeto, que ha añadido que cambiar los bolardos "me parece excesivo" porque "los técnicos habrán previsto que no creen problemas" y están puestos "para que los coches no invadan" la calzada.

Restos en reyes católicos

De otro lado, a preguntas de los medios sobre los restos arqueológicos aparecidos en las obras de la plaza de Reyes Católicos, el gerente del Consorcio ha señalado que los restos que han surgido "no tenían el nivel o la importancia como para que se pudieran dejar expuestos y hacer un proyecto sobre ellos".

No obstante, sí han obligado a modificar "ligeramente" el proyecto inicial para respetarlos "y poder terminar la plaza enfrente de la Escuela de Artes, mejorando ese espacio", con unas obras que quedarán concluidas en el mes de abril.