El Ballet de Basilea trae al Teatro Bretón las emociones de la música y la danza en 'Traviata, un ballet'

El Ballet de Basilea trae este sábado al Teatro Bretón las emociones "desnudas" de la música y la danza en 'Traviata, un ballet', el primer espectáculo del Ciclo de Danza que se va a representar en el escenario logroñés.
Ballet de Basilea baila 'Traviata, un ballet'.
Ballet de Basilea baila 'Traviata, un ballet'.
EP/BALUARTE
Ballet de Basilea baila 'Traviata, un ballet'.

El Ballet de Basilea trae este sábado al Teatro Bretón las emociones "desnudas" de la música y la danza en 'Traviata, un ballet', el primer espectáculo del Ciclo de Danza que se va a representar en el escenario logroñés.

La función, que será única, mañana a las 20.30 horas, cuenta con la coreografía de Richard Wherlock y música de compositores europeos, sobre todo franceses de del siglo XIX y primera mitad del XX, como Poulenc, Satie o Saint-Saëns.

Según ha explicado este viernes el propio Wherlock en rueda de prensa, "todo el mundo piensa que 'Traviata' es sólo una ópera, pero se olvida que procede de una novela", de la que ha destacado "la fuerza" de su papel protagonista, Violeta, "una cortesana, pero, sobre todo, una mujer que pasa por mucho en su vida".

Para el coreógrafo, que cuenta con una compañía de 36 bailarines, "la música de Verdi, una vez que se le quita lo cantado, puede ser muy repetitiva, puede llegar a aburrir al público", por lo que ha optado por variar los temas musicales, "en los que hay emoción, amor, odio, de todo".

Aunque esperaba "ser muy criticado" por su decisión, ha resaltado la "gran acogida" que se le ha dispensado a la función en todas partes en las que ha estado. "Ha sido y no ha sido difícil adaptar la historia a otras músicas -ha añadido- lo que he buscado sobre todo es la versatilidad y la emoción".

Sólo con la música y la danza, a su juicio, "el contenido de lo que se expresa en el espectáculo se entiende a la perfección, lo mismo aquí que en China o en cualquier otro país en los que hemos estado, es fácil captar la idea". "Mucha gente sale con las lágrimas en los ojos", ha asegurado.

Con 'La Traviata', Giuseppe Verdi creó su primera y única ópera. El estreno mundial tuvo lugar en 1853 en el teatro La Fenice de Venecia y se convirtió en una de las óperas favoritas del público. El argumento de Traviata se basa en la obra 'La Dama de las Camelias', de Alexandre Dumas hijo.

Richard Wherlock toma 'La Traviata' como punto de partida de su ballet y además de apoyarse en el libreto de la ópera retoma el patrón literario de Alexandre Dumas y la película de George Cukor, con Greta Garbo en el papel principal, e impone su propio criterio en argumento y personajes.

En lugar de la música de Verdi utiliza música del siglo XIX y primera mitad del XX, de autores como Gounod, Massenet, Poulenc, Ravel, Saint-Saëns, Satie y Shostakovich. La protagonista vuelve a llamarse Marguerite Gautier y vive a mediados del siglo XIX en una sociedad frívola, ruidosa y despiadada. Wherlock ofrece una nueva visión de 'La Traviata' libre de sentimentalismo en el contexto del mundo de diversión de la sociedad parisina de la época.

El director artístico y de coreografía del Ballet de Basilea nació en Inglaterra pero ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Alemania y Suiza. De 1991 a 1996 fue director artístico del ballet del Theater Hagen (Alemania) y durante los tres años siguientes dirigió el Luzerner Ballet (Suiza).

Ha sido también director artístico y de coreografía del Ballet de la Komishe Oper Berlin. En el año 2005 fue nombrado director artístico del Festival bienal de Danza Internacional Basel Tanzt.

El Ballet de Basilea está integrado por más de una treintena de bailarinas y bailarines "de muchas nacionalidades, pero hay muchos españoles" y goza de una gran aceptación en la ciudad de la que lleva el nombre.

La libre interpretación del clásico 'El Lago de los Cisnes', (estrenado el 11 de enero de 2008) ha sido uno de sus mayores éxitos. Además de coreografías propias, ballets de acción de larga duración y obras pequeñas, Wherlock invita regularmente a coreógrafos extranjeros al Teatro de Basilea, como Jirí Kylián, Mauro Bigonzetti, Angelin Preljocaj o Christopher Bruce.

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