Los vuelos procedentes de Libia con ciudadanos españoles que han podido escapar del caos causado por las revueltas en ese país han seguido llegando este miércoles. En concreto, han llegado un vuelo de la línea aérea Lybian Airlines y otro fletado por Repsol para traer a sus trabajadores. Mientras tanto, otra aeronave, enviada por el Gobierno español, aún espera cerca de Trípoli para reunir a los españoles que aún quedan en el país.

El vuelo regular de Lybian Airlines procedente de Trípoli ha aterrizado a las 15.30 horas de este miércoles en Barajas con sólo seis pasajeros que han calificado de caos la situación en el aeropuerto de la capital de Libia, ya que hay miles de personas tratando de abandonar el país.

Entre los seis pasajeros que han podido abandonar el país en el vuelo de Lybian Airlines se encontraba el arquitecto Carlos Domínguez, venezolano con nacionalidad española, que trabaja en la reconstrucción del campus de la universidad de Trípoli.

Ha relatado lo difícil que es entrar en el aeropuerto de la capital libia, donde la gente duerme en la calle a la espera de poder conseguir un billete, aunque ha reconocido que la situación había mejorado respecto al martes. La población libia no sabe nada de la represión, dice uno de los ciudadanos españoles

Él consiguió su pasaje a través de una agencia de viajes de conocidos y decidió emprender el viaje por su cuenta, a pesar de que "a las 7:30 de la mañana de me llamó la Embajada para decirme que venía un avión militar, pero este nunca llegó".

Según Domínguez, que lleva más de dos años en Trípoli, desde el discurso del martes del líder libio Muamar el Gadafi, "todo cambió. La gente empezó a manifestarse para expresar su apoyo al régimen e incluso las pintadas que había en contra fueron borradas".

"Es como si no hubiera pasado nada", explicó y detalló que "te das cuenta de que ha habido revueltas porque hay cosas quemadas, pero han eliminado muchas de las protestas". Carlos Domínguez explicó también que sus conocidos libios vivieron el discurso con mucha frustración y aseguró que la población "no sabe nada de la represión".

El avión fletado por Repsol YPF con 131 personas a bordo, entre ellos 61 españoles, también ha aterrizado, en torno a las 18.15 horas, en el aeropuerto de Madrid-Barajas procedente de Trípoli, han informado fuentes de la empresa.

Entre los ciudadanos españoles evacuados en el avión de la compañía Calima Aviación, hay varios trabajadores de Repsol y de otras empresas como Sacyr.

También hay un grupo de 25 personas de personal de la Embajada de España en Trípoli y familiares y del Instituto de Comercio Exterior (ICEX), así como tres religiosas de la orden de San Vicente de Paul.

En este vuelo también viaja el seleccionador nacional de fútbol-sala de Libia, el gallego Pablo Prieto, junto con el preparador físico del mismo combinado, el extremeño Luis Castellano.

Por otra parte, la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha anunciado que su ministerio ha enviado un avión de las Fuerzas Armadas para evacuar a los ciudadanos españoles residentes en Libia. En el avión viajan cuatro miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO) a bordo y podría trasladar también a otros ciudadanos europeos que esperan abandonar Libia.

El Ministerio de Asuntos Exteriores espera concluir el próximo viernes la evacuación del medio centenar de españoles que quedan en Libia y que han expresado su deseo de salir del país ante la situación de inseguridad por los enfrentamientos entre opositores y partidarios del líder Muamar el Gadafi.

El avión de la Fuerza Aérea Española enviado por el Gobierno la noche de este martes ha llegado el miércoles cerca de Trípoli para esperar el reagrupamiento de todos los españoles y proceder a la evacuación.