En concreto, le reprocha haber "violado sus propias reglas" de transparencia e independencia, facilitando encuentros entre el experto que debe certificar si Microsoft cumple con la exigencia y sus fabricantes rivales.
Entre las empresas pendientes de la resolución del caso de Microsoft se encuentran Oracle, IBM, Sun Microsystem o Novell.
La comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, trasladó ayer a Microsoft el mensaje de que "si continuamos por la senda en la que estamos, habrá multas y no serán pequeñas", confirmó hoy su portavoz, Jonathan Todd.
El Ejecutivo comunitario ha convocado a los representantes de Microsoft y de terceras partes a una audiencia los próximos 30 y 31 de marzo para evaluar si la compañía de Redmond cumple con la exigencia de compartir los códigos del sistema operativo Windows con sus rivales.
Un tema que viene de lejos
El caso se remonta a marzo de 2004, cuando la Comisión Europea acusó a Microsoft de abusar de su posición dominante y le impuso una multa récord de 497 millones de euros.
También le impuso dos medidas correctivas: comercializar en la Unión Europea una versión de Windows sin el reproductor Media Player y divulgar a sus rivales el código necesario para que sus programas funcionen con el sistema operativo.
Microsoft ha recurrido la decisión ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea que, pese a no haberse pronunciado sobre el fondo de la cuestión, ha desestimado la petición de la empresa de suspender cautelarmente la obligación de cumplir con las reformas exigidas.
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