La concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Monzón ha impulsado, gracias a una subvención del Ministerio de Trabajo e Inmigración, la creación de un 'Banco de Tiempo' con la intención de promover "la convivencia ciudadana".

Así lo ha explicado a Europa Press la trabajadora social encargada de la actividad, Laura Gracia, contratada junto a una psicóloga para llevar a cabo esta iniciativa, que consiste "en un intercambio de habilidades, destrezas y habilidades" entre los vecinos de Monzón.

"La actividad no tiene ningún coste económico", puesto que "la moneda de cambio es el tiempo", ha señalado Gracia. Los intercambios deben ser puntuales ya que "no queremos interferir en las labores profesionales", ha subrayado la trabajadora social. "No importa la actividad que se realice sino el tiempo que se invierta en ella", ha apuntado.

Gracia ha puesto como ejemplo a alguien que se ofrece para hacer una tortilla de patata. La tortilla la "compra" otra persona que necesita que lleven a su hijo al colegio y que ofrece la posibilidad de hacer un masaje. "Sirve cualquier habilidad que una persona tenga", porque la unidad de medida es el tiempo.

El objetivo de esta actividad es "recuperar y ampliar las redes sociales" y "fomentar la convivencia ciudadana", ha resaltado la trabajadora social. La iniciativa está dirigida a toda la población de Monzón con más de 18 años y se desarrollará a lo largo de seis meses.

Funcionamiento del banco

A partir de la semana que empieza, comenzarán las labores de difusión de esta actividad, que además de publicarse en la página web del ayuntamiento, se promocionará repartiendo carteles y dípticos por toda la ciudad.

Las personas interesadas en participar deberán dirigirse al Centro María de Maeztu, situado en la calle Estudios de Monzón, donde se les entrevistará y se les hará entrega de un carné de socio y de un talonario, donde habrá dos partes, un "debe y un haber" con el tiempo propio que se ha invertido y el que se ha utilizado de los demás.

Lo que hace el Banco del tiempo es "mediar entre las personas", de modo que al final de la actividad, "las dos partes de la libreta estén equilibradas y se compensen", ha indicado Gracia, quien ha matizado que "si hay alguien que no lo cumple, habrá que darle un toque".