El primer pacto entre Gobierno egipcio y oposición eclipsa las protestas el 'día de los mártires'

Un joven manifestante con la cara pintada con la bandera de Egipto, permanece sentadeo en los restos de una furgoneta incendiada la semana pasada en el centro de El Cairo.
Un joven manifestante con la cara pintada con la bandera de Egipto, permanece sentadeo en los restos de una furgoneta incendiada la semana pasada en el centro de El Cairo.
REUTERS
Un joven manifestante con la cara pintada con la bandera de Egipto, permanece sentadeo en los restos de una furgoneta incendiada la semana pasada en el centro de El Cairo.

La revuelta egipcia saltó este domingo, 'día de los mártires', de las calles a los despachos, con el inicio del diálogo entre el vicepresidente del país, Omar Suleiman, y los grupos opositores, para sentar las bases de lo que deberá ser la transición a la democracia.

La reunión dejó una imagen sin precedentes en la historia reciente de Egipto: en la cabecera de una mesa ovalada, bajo un gran retrato del presidente Hosni Mubarak, se situó Suleiman, y a sus lados los representantes de las principales fuerzas opositoras, incluidos los ilegalizados Hermanos Musulmanes.

El Gobierno reconoció como "legítimas" las demandas de los cientos de miles de egipcios que han salido a las calles desde el 25 de enero, y se comprometió a negociar reformas constitucionales y a poner fin a la Ley de Emergencia, en vigor desde 1981.

En el diálogo ha asumido un papel preponderante Suleiman, que se consagra como el encargado de liderar la transición y a quien muchos reclaman que sustituya ya a Mubarak al frente del país.

En un comunicado difundido a la salida de la reunión, se especificó que se modificarán los artículos 76 y 77 de la carta magna, que estipulan los requisitos para ser candidato presidencial y el número de mandatos a los que puede optar el jefe de Estado.

También han mostrado el compromiso de ejecutar las sentencias del Tribunal de Casación sobre las denuncias interpuestas contra las supuestas irregularidades que se produjeron en las pasadas elecciones generales de noviembre y diciembre, en las que el partido gubernamental se impuso de manera arrolladora.

En tercer lugar, las autoridades se han comprometido a perseguir a los corruptos e investigar a los causantes de los desordenes públicos que estallaron tras el comienzo el pasado 25 de enero de las protestas populares que exigen la caída de Mubarak.

Otro punto importante es la formación de una "comisión nacional de seguimiento", integrada por personalidades públicas e independientes, expertos y representantes de los movimientos de jóvenes que han participado en las protestas para hacer un seguimiento de lo acordado. Esta comisión presentará sus propuestas y recomendaciones directamente a Omar Suleiman.

Además, se abrirá una oficina de quejas para los presos políticos, que no sufrirán más persecución, y no se impondrán obstáculos a la libertad de prensa ni a la actividad de los medios de información.

Curiosamente, este domingo ha sido detenido un corresponsal de la cadena Al Jazeera en El Cairo, y Amnistía Internacional advertía en un comunicado que el empleado de Google Wael Ghuneim, arrestado durante las protestas el pasado 28 de enero, se enfrenta a serias torturas por parte de las fuerzas de seguridad egipcias.

"Se irá en septiembre"

El vicepresidente, Omar Suleiman, y el primer ministro, Ahmed Shafiq, no han tardado en aclarar las conclusiones del encuentro entre Gobierno y representantes de la oposición, entre ellos los Hermanos Musulmanes. Ambos insisten en la permanencia de Hosni Mubarak en el poder.

El primer ministro egipcio, Ahmed Shafiq, dijo en declaraciones a la cadena de televisión CNN que el presidente egipcio permanecerá en el poder "hasta septiembre", cuando se esperan elecciones en el país. "Aquí en Egipto insistimos en que continúe su mandato", señaló Shafiq, quien precisó que "hay que cubrir muchos puntos antes de que se vaya".

"O sea que creo que realmente necesitamos su presencia", agregó el primer ministro. Apuntó por lo demás, que las detenciones de periodistas y activistas de derechos humanos en Egipto no son intencionadas y dijo que pueden ser fruto de decisiones individuales pero no de una directriz desde las más altas instancias del Gobierno.

"Insuficiente" para los Hermanos Musulmanes

La principal fuerza de oposición, los Hermanos Musulmanes, ha puesto entre paréntesis los avances logrados este domingo al destacar que los acuerdos son "insuficientes".

"La reunión de hoy fue sólo un primer paso para examinar al régimen y ver si realmente tiene buenas intenciones", afirmó en una rueda de prensa el dirigente de la organización islámica Saad Katatni, presente en la reunión.

El grupo islámico, que hasta el momento se había negado a sentarse a negociar con los miembros del Gobierno, justificó su cambio con el argumento de que su presencia en el diálogo busca "dar garantías a los derechos de la revolución".

Para los Hermanos Musulmanes, tradicionalmente perseguidos por las autoridades, Egipto vive "en una nueva legitimidad", puesto que el régimen de Mubarak "ya no existe, y si existe, es tan sólo de una manera física", según Katatni.

ElBaradei critica las negociaciones

El líder de la Asociación Nacional por el Cambio (ANC), Mohamed ElBaradei, ha manifestado sus reticencias ante las conversaciones entre el vicepresidente egipcio, Omar Suleiman, y parte de los grupos opositores por considerarlas "opacas".

En las negociaciones han participado representantes del grupo islamista de los Hermanos Musulmanes y también integrantes de la propia ANC, pero se ha excluido al Movimiento 6 de Abril, parte fundamental de las masivas protestas contra el presidente iniciadas hace ya trece días.

"El proceso es opaco. Nadie sabe quién está hablando con quién en este momento", ha afirmado ElBaradei en una entrevista para la cadena estadounidense NBC. "Está dirigida por el vicepresidente Suleiman. Está todo dirigido por el Ejército y ése es parte del problema", dijo.

ElBaradei aseguró que no ha participado en las negociaciones. "No se me ha invitado a participar en las negociaciones, pero estoy pendiente de todo lo que ocurre", ha indicado.

Largas colas se formaron en El Cairo a las puertas de los bancos que reabrieron este domingo después de haber permanecido cerrados desde el pasado 27 de enero.

Filas de decenas e incluso centenares de personas, dependiendo de las sucursales, esperaban su turno ante las puertas de las sucursales bancarias que funcionan con horarios restringidos de tres horas y en un número limitado.

"Llevo cinco días esperando que abran los bancos para poder cobrar mi salario. No tengo dinero y he pedido préstamos, pero tengo que cobrar hoy para poder devolverlos", dijo Mohamed Ahmed, mientras esperaba a la entrada de una de las sucursales.

Los manifestantes pierden fuelle pero no se rinden

Pese al inicio de las negociaciones y al comienzo de una relativa normalidad con la apertura de los bancos, miles de manifestantes continuaron este domingo en la plaza Tahrir con sus demandas y el mensaje de que no cejarán hasta que Mubarak abandone el poder.

Por la mañana, grupos de cristianos y de musulmanes se convirtieron puntualmente en el centro de atención de la plaza con una celebración religiosa encabezada por predicadores evangélicos, una muestra de la unidad (y diversidad) que caracteriza a los congregados en la plaza de Tahrir: jóvenes y ancianos, de clases acomodadas y pobres, musulmanes y cristianos.

Desde la mañana, la céntrica plaza de Tahrir vivió una serie de leves enfrentamientos entre los manifestantes y el Ejército, ya que éstos últimos no dejaban entrar a los primeros con comida. Los protestantes, cabreados, acusaban al Ejército de "intentar privar de comida al pueblo", relataba el corresponsal de BBC.

También durante la noche se han vuelto a vivir momentos de tensión, cuando los tanques intentan cercar la plaza, "una táctica para terminar con las protestas, limitando el área", se quejaba desde Twitter @ahmednaguib. Poco después, el Ejército disparaba al aire para disuadir a los manifestantes que intentaban impedir un arresto, cerca del Museo Egipcio.

Finalmente, muchos de los presentes en Tahrir han decidido frenar la entrada de tanques en la plaza pasando la noche bajo ellos: "Dormiremos bajo los tanques, pero no nos moverán", decían algunos en Twitter.

La violencia ha vivido un significativo descenso en los últimos días, a primera hora de la noche el Ejército volvió a intervenir con disparos al aire para dispersar a alborotadores pro régimen que se acercaban a Tahrir.

Obama: "Egipto no retrocederá"

El presidente de EEUU, Barack Obama, afirmó este domingo en una entrevista con el canal de televisión Fox News que Egipto no volverá al punto en el que se encontraba antes de las protestas y volvió a solicitar una transición ordenada en el país que conduzca a elecciones libres y justas. "El pueblo egipcio quiere libertad, elecciones justas y libres. Quieren un Gobierno representativo (...). Hemos dicho que tienen que comenzar la transición ahora", indicó Obama.

Aseguró que el presidente egipcio, Hosni Mubarak, ha sido un aliado de EEUU durante mucho tiempo, pero subrayó que el suprimir a su propio pueblo "no es sostenible".

Obama evitó pronosticar si Mubarak dimitirá y se limitó a decir que "sólo él sabe lo que va a hacer", para recordar, a continuación, que "no se presenta a la reelección" y que su mandato de tres décadas concluye este año.

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