El municipio de Cazalilla (Jaén) ha conmemorado este jueves la festividad de San Blas, jornada en la que tradicionalmente se celebra la 'fiesta de la pava', una "curiosa costumbre" en la que, una vez termina la procesión del patrón, desde el campanario de la iglesia se arroja a una pava viva, una acción contra la que asociaciones protectoras de animales levantan la voz cada año para que no se lleve a cabo. El ave, como todos los años, ha sido soltada desde el campanario según han informado a Europa Press fuentes municipales.

El propio Ayuntamiento detalla en su página web que el origen de esta costumbre se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando dos familias enfrentadas se reconciliaron al enamorarse el hijo de una con la hija de la otra y ambos se casaron un 3 de febrero. No obstante, también recoge que hay quien ubica esta costumbre en los sorteos populares con los que las cofradías de ánimas recaudaban fondos para sus fines.

La 'fiesta de la pava' no es la única actividad que se celebra en Cazalilla, puesto que, según ha indicado a Europa Press el concejal del PP Rafael Martínez, los festejos incluyen varias actuaciones en la Caseta Municipal, una exposición de pintura, un pasacalles de gigantes y cabezudos y una carrera de cintas, entre otras, además de la misa y la procesión de San Blas, que se celebrará este jueves.

Por su parte, la Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (Anpba), ha remitido, según ha señalado en un comunicado, un escrito en vía administrativa al alcalde de Cazalilla, Juan Balbín (PSOE), así como al portavoz de la oposición en el consistorio Rafael Martínez (PP), al párroco del municipio, Raúl Contreras, y a la Consejera de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Clara Aguilera.

Las misivas dirigidas a Balbín, Martínez y Aguilera arguyen un argumento técnico-jurídico, ya que según informe que obra en poder de la asociación, los técnicos expertos en materia de bienestar animal de la administración autonómica han manifestado que el lanzamiento de la pava "provoca a dicho animal sufrimientos y daños injustificados y antinaturales. Dichas prácticas se encuentran prohibidas en la legislación vigente", por lo que Anpba ha solicitado que hagan "todo lo que esté en su mano para que el próximo 3 de febrero de 2011 permanezca cerrado el acceso al campanario de la iglesia, a fin de prevenir, y efectivamente evitar, que nadie pueda subir y, desde allí, lanzar" la pava.

Por lo que respecta a la misiva remitida al párroco de Cazalilla, Anpba ha recordado que, dado que el informe de los técnicos expertos en materia de bienestar animal demuestra que el animal sufre, sería de aplicación lo establecido en el Art. 2418 del vigente catecismo de la Iglesia Católica: "Es contrario a la dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales", por lo que también se le ha solicitado a Raúl Contreras que no permita el acceso al campanario.