La ruta de los castillos de Escocia: déjate envolver por sus milenarias leyendas

Cuenta una leyenda que en el Castillo de Fraser, una joven dama fue asesinada y arrojada por las escaleras y que las manchas de sangre que quedaron en los escalones de piedra siempre aparecen de nuevo, incluso estando recubiertos de madera.

Son muchos los misterios que se relatan de esta enorme edificación, emplazada en Kemnay, en el condado de Aberdeenshire.  Un bosque rodea este magnífico castillo, que destaca por ser uno de los más trabajados de la época y por su planta en forma de Z. Fue habitado por la familia Fraser de Muschalls hasta 1921 cuando, al quedarse sin herederos, fue vendido a Weetman Pearson quien se encargó de su restauración como campo de tiro y luego lo donó al National Trust for Scotland.

Sin duda, Escocia es un país plagado de castillos para visitar y dejarse llevar por sus fábulas de misterios. Son más de 700 edificaciones repartidas en todo el país, pero su mayor concentración se encuentra en la parte nordeste.

A lo largo de la región de los Montes Grampianos, en el condado de Aberdeenshire, se encuentran una gran cantidad de fortalezas que han logrado mantenerse en pie a través de los siglos. Rodeadas de un paisaje de ensueño, la visita a estos castillos os transportará a otras épocas.

Para ayudarnos a descubrir estas joyas arquitectónicas debemos seguir los carteles blancos y marrones que aparecen en las carreteras con el símbolo de un castillo en azul.

Entre las edificaciones que podremos visitar en la ruta se encuentra el Castillo de Glamis, uno de los más encantados de Escocia. Según cuentan, el espíritu de su antigua dueña, Lady Glamis, sigue vagando por las estancias al haber tenido una muerte trágica tras ser acusada de bruja y quemada en la hoguera.

Una de las ciudadelas más conocidas es la de Balmoral, residencia veraniega de la Reina de Inglaterra. En algunas ocasiones los jardines y el salón de bailes puede ser visitados. Son admirables los bosques que pueblan esta zona, llamada Royal Deeside.

Si seguimos la ruta desde Balmoral hacia el interior de la región, nos toparemos con el Castillo Corgarrf, una casa-torre del siglo XVI. Aquí Margarita Forbes y su familia fueron quemados vivos por los Gordon en 1571 durante la amarga disputa entre las dos familias.

El Castillo Kildrummy data del siglo XIII y en la actualidad está casi derruido. Si alguien desea darse un capricho y  dormir en un castillo podrá hacerlo en el Leith Hall.

En esta ruta del nordeste encontraremos además: Duff House, Delgatie Castle, Craigiervar, Crathes y Drum y al norte el Castillo de Huntly, actualmente en ruinas.

Otros castillos que merecen la pena ver, aunque haya que desviarse un poco más del camino al encontrarse más cercanos a Edimburgo, son el Lintlithgow Palace o la Prioría de Inchmahome, en los Trossachs que se encuentran en la isla de un lago a la que se accede en barca. Una edificación que también destaca por su ubicación es la de Dunnotar, al borde de un acantilado, o la de Caerlaverocck Castle que aún conserva el foso.

La leyenda del monstruo del Lago Ness sigue presente en la memoria de todo turista, por ello, Urguhart Castle es de los más visitados.

Hay dos castillos cuya visita es esencial por su gran tamaño: el de Edimburgo y el de Stirling.

El Castillo de Edimburgo está construido sobre el núcleo de un volcán extinto. Pese a que ya existía desde el siglo VI no se sabe el fin de su construcción, y en el silgo XI se convierte en la residencia de los reyes escoceses.

Fue en este lugar donde St. Margaret falleció al enterarse de la muerte de su esposo, el Rey Malcolm III y su hijo mayor, en 1093. Está flanqueado en tres de sus lados por abruptos acantilados que lo protegen, limitando el acceso al castillo. Se puede visitar durante todo el año.

La fortaleza de Stirling, del siglo XV está situada en la ciudad del mismo nombre. Es una muestra sobresaliente de la arquitectura renacentista escocesa.

Si estás muy interesado en conocer los diferentes castillos es recomendable que compres un Explorer Pass. Una tarjeta que te permite la entrada a 77 monumentos y que te cuesta menos que si compras la entrada por separado. Hay que tener en cuenta que muchos lugares para visitar cierran a las 17 o 17.30 de la tarde, así que ¡no te duermas!