Cobre las Cruces (CLC), que explota la mayor mina a cielo abierto de Europa en los municipios sevillanos de Gerena, Guillena y Salteras, ha asegurado que la "levísima" superación de los niveles de concentración de arsénico, por los que la Consejería de Medio Ambiente, a través de la Agencia Andaluza del Agua (AAA), ha abierto un nuevo expediente sancionador, no representa afección al acuífero.

En una nota, la compañía explica que los niveles de concentración de arsénico autorizados a Cobre Las Cruces para las aguas que reinyecta en el acuífero son "muy inferiores" a los que se autorizan normalmente para cualquier actividad industrial y, por tanto, "muy alejados de cualquier parámetro que pueda ser perjudicial para la salud o para el medio ambiente, o que pueda ser calificado como contaminación".

"Como la propia Agencia Andaluza del Agua ha comunicado, la cantidad es muy pequeña y el incidente no representa afección al acuífero", indica la compañía, que afirma que "la leve superación a que se refiere el expediente se ha producido en el sistema de drenaje y reinyección del agua del propio acuífero".

Así, manifiesta que fue la propia compañía minera la que detectó en sus "rigurosos controles permanentes una leve superación en los niveles autorizados y quien de inmediato lo comunicó a la Agencia Andaluza del Agua". "Esta transparencia es una premisa fundamental en el desempeño ambiental de Cobre Las Cruces", sentencia.

CLC añade que, cuando la Administración aprobó en 2009 el Plan Global de Gestión de Aguas, la compañía se comprometió a desarrollar todas las infraestructuras contempladas en el mismo, entre las que figuran dos plantas temporales y una Planta Permanente de Tratamiento de Aguas (PPTA) para reinyectar al acuífero agua en calidad de potable. Así, señala que en la actualidad son las plantas temporales las que realizan esta función con "notable eficacia, aunque pueda producirse un ligero desajuste, propio de su provisionalidad".

Las Cruces concluyó la Planta Permanente de Tratamiento de Aguas a finales de diciembre y solicitó la autorización para su entrada en funcionamiento, tras lo que se encuentra a la espera de recibir dicha autorización. "La entrada en servicio de la PPTA, reforzará aún más el cumplimiento de los estrictos niveles autorizados a la compañía", argumenta.

En este sentido, CLC entiende que "cualquier pequeño incidente que tenga lugar en sus instalaciones encuentra un eco inmediato, pero quiere transmitir que incidentes de este tipo, que no implican perjuicio ambiental alguno, son habituales en toda clase de industrias sin que ello genere alarma o preocupación en la población".

Por último, reitera que Cobre Las Cruces "no ha contaminado el acuífero con arsénico, sino de que se ha producido una levísima superación de los niveles de concentración de este metal autorizados específicamente a Cobre Las Cruces". "Estos niveles son tan bajos que aunque se superasen ampliamente seguirían estando por debajo de lo normalmente permitido para cualquier vertido autorizado al dominio público", concluye.