La Fiscalía de la Audiencia Nacional pedirá 75 años de prisión para los miembros de la banda terrorista ETA Javier García Gaztelu, alias 'Txapote', Aitor Aguirrebarrena y Asier Arzalluz Goñi por el asesinato en agosto de 2000 de los agentes de la Guardia Civil Irene Fernández y José Ángel de Jesús en la localidad oscense de Sallent de Gállego.

El Ministerio Público, que les acusa de la comisión de dos delitos de asesinato terrorista (30 años) y uno de estragos terroristas (15 años), considera que Arzalluz y Aguirrebarrena, autores materiales del atentado, actuaron por orden de Txapote.

Según el escrito de conclusiones preliminares de la Fiscalía, hecho público este miércoles, el entonces responsable del aparato militar de la banda terrorista informó a los otros dos acusados, integrantes del Comando 'Trotto', de que en la localidad de Sallent de Gállego uno de los vehículos de la Guardia Civil permanecía aparcado en el exterior del cuartel por falta de espacio y les indicó que esta circunstancia facilitaría que se le colocara una bomba-lapa.

El Ministerio Público defiende que García Gaztelu y Aguirrebarrena realizaron un viaje a la localidad para comprobar la veracidad de la información, desplazamiento en el que utilizaron el coche de la novia del segundo de ellos. Días después volvieron a la población y colocaron en los bajos del vehículo el artefacto explosivo, que hizo detonación a las seis de la mañana del 20 de agosto de 2000.

La bomba, colocada bajo el asiento del conductor, explotó cuando el vehículo daba marcha atrás para salir de su lugar de estacionamiento. La agente Fernández murió en el acto mientras que su compañero resultó herido muy grave y falleció horas después en un hospital de Huesca. Los hechos fueron reivindicados por ETA en un comunicado publicado en el diario 'Gara' en septiembre de ese mismo año.

La Fiscalía pide además que se condene a los acusados al pago de una indemnización de medio millón de euros que percibirían los padres de los dos agentes.