El presidente de la Sociedad Cooperativa General Agropecuaria (Acor), Carlos Rico, ha afirmado que los agricultores de esta cooperativa vallisoletana son los que están mejor posicionados para afrontar la nueva PAC ya que, además, "saben lo que tienen que entregar y que lo van a cobrar".

En una entrevista a la agencia Europa Press, Rico ha insistido en la necesidad de ser "proactivos" y de buscar nuevos nichos de mercado para encajar las explotaciones agrarias de una forma más racional y ha advertido a los socios de Acor de que no pueden seguir guiándose por el monocultivo ya que, además, la nueva PAC ya está marcando una tendencia en ese sentido.

"No se va a pagar igual por un monocultivo de cereal-barbecho que por una alternativa en la que estén leguminosas y oleaginosas", ha explicado el presidente de Acor, que ha echado mano del refranero español para animar a los socios de la cooperativa vallisoletana a diversificar el riesgo bajo el convencimiento de que "no conviene poner los huevos en la misma cesta".

En un repaso de los proyectos emprendidos por Acor en los últimos años y de los que tiene en estudio, Rico ha reconocido un mayor interés de los socios de la cooperativa por sembrar trigo-fuerza que por la colza ya que, según ha comentado, "el cereal, al final, lo conocemos".

"Es curioso, la gente está llamando insistentemente para ver qué posibilidades tiene de sembrar trigo este año o el que viene", ha manifestado Rico, quien se ha mostrado convencido de que Acor conseguirá cumplir este mismo año tanto los parámetros de calidad como de cantidad mínimos para poder sacar adelante el proyecto de semolera que se ha planteado junto a la aragonesa Arento. SEMOLERA,

"posibilidad muy interesante"

Dicho esto, ha aclarado que antes habrá que pasar el filtro económico, una circunstancia que se decidirá este año con la salida a campo de los ensayos en microparcelas de las variedades de trigo-fuerza. "Estamos haciendo 600 hectáreas con las cuatro variedades que mejor han resultado en los últimos años y que este año han mantenido las características que se requiere", ha explicado Carlos Rico, para quien "parece que ya hay margen suficiente para decir que se trata de una posibilidad muy interesante".

Una vez dado ese paso, habría que empezar a contratar el trigo-fuerza en más superficie ya que las expectativas de Acor y Arento implican unas 15.000 hectáreas de este cereal de las que entre 5.000 y 7.000 se sembrarían en Aragón y las 8.000 o 10.000 restantes en Castilla y León.

Según ha precisado Rico, otra de las tareas que se tienen que llevar a cabo para sacar adelante esa semolera es encajar el aspecto comercial desarrollando convenios a medio plazo con empresas que necesitan este tipo de harinas y que, a su vez, garanticen un precio mínimo del trigo-fuerza.

"La decisión final -sobre la viabilidad del proyecto_puede ser con la primera recolección del cereal si los parámetros de calidad a nivel de cultivo extensivo se dan, que entendemos y estamos seguros que se van a dar", ha sentenciado el presidente de Acor, que ha aclarado además que, aunque la Junta ya conoce este proyecto, se lo presentará "cuando esté más definido".

Experimentar "con gaseosa del vecino"

En cuanto a la planta de biodiésel, Carlos Rico ha admitido que la dificultad de los agricultores a asumir nuevas opciones de cultivo están "lastrando" este proyecto desde el punto de vista económico y de asegurar el futuro. "De todo el proyecto sólo ha fallado una cosa, que es la entrega de producto", ha manifestado el presidente de Acor que ha recordado no obstante que la fábrica cerró el pasado ejercicio a un 43 por ciento de actividad lo que le permitió generar más de 3,6 millones de euros para amortizar y pagar intereses.

"Realmente el proyecto está muy encajado porque la producción de oleaginosas es muy interesante para nuestra zona", ha añadido Rico, que ha asegurado también que el agricultor que empezó con colza desde el principio está aumentado la superficie. "Es un cultivo muy interesante pero no lo conocemos", ha lamentado el presidente de Acor para quien en este caso se está cumpliendo la máxima de que los experimentos se hacen con gaseosa. "En el campo todavía es más duro porque es con gaseosa del vecino", ha concluido.