"No todo el mundo ha entendido las razones por las que dimito". De esta manera comienza la segunda explicación que ha ofrecido el presidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia, sobre su renuncia a continuar, tras la ceremonia de los Goya, al frente de la institución.

Y lo ha hecho en Twitter, donde el director de cine lleva semanas manteniendo una conversación constante con usuarios, creadores y expertos en propiedad intelectual, entre otros. En un texto más extenso de lo habitual, y tras haber enviado un día antes una carta a elpais.com, el cineasta dice claramente que "la redacción final" de la ley Sinde no le gusta.

"No me resultó satisfactoria, y así lo expresé", añade, aunque esta valoración fuera en su opinión una forma "de imponer mi forma de ver las cosas al resto de los compañeros de la profesión", por lo que pide "disculpas". "Hay gente en la academia y en el sector cinematográfico que está de acuerdo conmigo, y otros, obviamente, no", apunta.

De la Iglesia opina que, como presidente de la Academia debería haberse mantenido "al margen de valoraciones personales sobre temas tan graves como éste", pero que "no ha sabido" o no ha podido hacerlo "a la hora de responder con sinceridad" a las preguntas que se le han venido formulando en este tiempo. Por eso, dice, "lo más honesto es dimitir".

Su actitud dialogante, que le llevó a buscar "puntos en común" con las partes afectadas -"y los encontré"-, fue la que derivó en un "cambio de opinión" personal sobre la famosa ley. El director relata en este nuevo texto cómo buscó "propuestas y se me ofrecieron, y las hice llegar al Gobierno y a la oposición, como era mi deber".

Por último, explica que a partir de este momento todo lo que diga será desde su condición de director de cine -"será mejor para todos"- y que este jueves se reúne con la junta directiva de la Academia para valorar la situación. Sobre su dimisión tras los Goya, añade que no quiere "dar la impresión de dejar el puesto sin hacerse responsable" del trabajo iniciado.