La huelga de maquinistas de Cercanías en Cataluña obliga a suspender 39 trenes

  • En el tercer día, la huelga encubierta está teniendo una menor incidencia.
  • Esta mañana se han reunido reunión la dirección de Renfe y el sindicato de conductores SEMAF, aunque será difícil acercar posturas.
  • Los maquinistas se quejan de los nuevos horarios y frecuencias.
La estación ferroviaría de Sants.
La estación ferroviaría de Sants.
EFE
La estación ferroviaría de Sants.

Treinta y nueve trenes del servicio de Cercanías de Renfe en Cataluña han sido suspendidos desde las 19.00 horas de este miércoles y ocho han salido con retraso en el tercer día de la huelga encubierta de maquinistas, cuya incidencia, según asegura la compañía, está siendo menor que en los dos días precedentes.

Los retrasos medios que están sufriendo este miércoles los 370.000 usuarios de Cercanías Renfe en la comunidad catalana son de entre 15 y 20 minutos, inferiores a los que hubo el lunes y el martes.

El 68% de las incidencias que han provocado retrasos son debidas, según la empresa, a que los conductores de trenes sostienen que la falta de comodidad de los asientos les impide realizar su trabajo, aunque los sindicatos aseguran que los maquinistas están haciendo un cumplimiento estricto de la normativa, al considerar que el gráfico de rutas y horarios que, tras más de un año de negociación, se cerró sin acuerdo es muy ajustado y de difícil cumplimiento.

Sólo en algún caso aislado los retrasos han llegado este miércoles a los 30 minutos, algo que el martes, por ejemplo, fue habitual a causa de la protesta. Este martes, pese a que hubo un amago de convocatoria, finalmente se frustró la reunión entre Renfe y los representantes de los trabajadores.

Un acuerdo díficil de alcanzar

Este miércoles todas las fuentes consultadas han apuntado ha habido una reunión de la dirección de Renfe con el sindicato de conductores SEMAF, que es el mayoritario en este colectivo, y también con otras centrales para intentar buscar una solución.

Sin embargo, se teme que acercar posturas sea difícil, ya que tras esta situación se oculta el descontento de los maquinistas ante los nuevos horarios que no se pudieron pactar con Renfe tras un año de negociaciones y que han entrado en vigor a principio de año.

Para los sindicatos, los nuevos horarios y frecuencias son muy ajustados, mientras que Renfe alega que los maquinistas quieren más salario y otras mejoras laborales como mil euros más al año, doce días de vacaciones y reducir su jornada laboral, que según la empresa no supera las cinco horas de media.

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