El criadero de sapos y culebras carecía de todo tipo de autorizaciones y servicio veterinario y llevaba un mes funcionando.
En la explotación donde fueron hallados los reptiles también se encontraron cientos de miles de gusanos, langostas, grillos, cucarachas y roedores destinados a alimentar a los reptiles.
En la operación reptil participaron, además, agentes del Seprona de la Guardia Civil de Lorca y Murcia y de la Dirección General de Ganadería de la Consejería de Agricultura.
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