En una declaración, cuyo texto inicial se modificó a instancias de ERC por considerar que se daba excesivo protagonismo al papel del Rey, se igualó a la Corona con otras instituciones. «La carencia de respaldo social, la actitud de la ciudadanía, y el comportamiento de los partidos, sindicatos, medios y de las instituciones democráticas, tanto la encarnada por la Corona, como otras, bastaron para frustrar el golpe».