La crisis económica se encarniza con los más desfavorecidos y algunos han optado por ocupar pisos de protección oficial vacíos, ya sea porque todavía no se han adjudicado o porque todavía no hay nadie que resida en ellos. Los pisos embargados por el impago de hipotecas también están en esta situación.

Se trata de un fenómeno conocido como patadismo –pues los ocupantes entran dando una patada en la puerta– y se da en zonas de Barcelona, L’Hospitalet, Badalona, Sant Boi o El Prat, sobre todo, a raíz de la crisis. La ocupación es ilegal, aunque se produce por motivos distintos a los de los okupas tradicionales, y la suelen protagonizar personas con problemas socioeconómicos graves.

53 pisos ocupados

La empresa pública Adigsa reconoció que 53 viviendas protegidas estaban ocupadas de forma ilegal. Los barrios de El Gornal de l’Hospitalet y de Sant Roc de Badalona encabezaban la lista con 11 ocupaciones cada uno. Además, mantiene 203 pisos deshabitados para emergencias sociales y explicó que otros 150 estaban vacíos por la lentitud burocrática.

La ocupación sigue siendo ilegal y la Generalitat, en calidad de propietario, demanda a los ocupantes para que un juez ordene su desahucio. De forma paralela, la crisis hace aflorar otro fenómeno: los adjudicatarios de pisos sociales ahora no tienen dinero para pagarlos y entrar a vivir. En Sant Andreu de Llavaneres, el precio de los pisos sociales sorteados en 2007 –que todavía no se han empezado a construir– ha aumentado un 25% y la mitad de los adjudicatarios ha renunciado a ellos.