Inicio del fin del Calderón

  • La primera fase de las obras en los alrededores del estadio colchonero han comenzado con el derribo de la fábrica de Mahou.
  • Durarán 11 meses.
  • Los trabajos dejarán a la ribera del Manzanares y al barrio de Arganzuela irreconocibles.
Aspecto, este lunes, de los trabajos de demolición de la cervecera.
Aspecto, este lunes, de los trabajos de demolición de la cervecera.
JORGE PARÍS
Aspecto, este lunes, de los trabajos de demolición de la cervecera.

Parecía que nunca se vería su inicio, pero ya está aquí. La operación Calderón ha comenzado, y sin hacer demasiado ruido. La primera fase de las obras arrancó el 30 de diciembre con el derribo de la fábrica de Mahou. Después de más de año y medio de demora, el plazo de ejecución de este primer paso para la completa transformación de la zona del estadio del Atlético de Madrid durará, aproximadamente, 11 meses.

Pese a la importancia de los trabajos, que dejarán a la ribera del Manzanares y al barrio de Arganzuela irreconocibles, los vecinos de la zona parecen no haberse enterado aún. "No sabía nada", afirma Ricardo Hernández, dueño de la administración de lotería Las 3 Brujitas, sita en el cercano paseo de Pontones, y residente en la zona desde hace más de diez años: "Lo de cambiar el estadio se lleva comentando desde que vine a vivir aquí, por eso la gente no le ha prestado atención. Además, hay una valla que tapa todo el edificio y los trabajadores casi no hacen ruido", explica.

La operación supondrá recalificar más de 92.000 metros cuadrados, de los cuales 31.046 corresponderán a los terrenos del Calderón y 61.251 a la cervecera. Su lugar lo ocuparán 22.000 metros cuadrados de zona verde (después de soterrar la M-30) y una promoción de más de 2.000 viviendas de precio libre. Los beneficios de la operación irán a parar tanto al Atlético de Madrid como a la cervecera.

Problemas de 'parking'

En general, los habitantes del barrio acogen con satisfacción los trabajos, ya que para muchos de ellos el fútbol se había convertido en un suplicio a sufrir casi semanalmente. "Los días de partido aquí no había quien aparcara. Los policías dejaban a los colchoneros estacionar el coche hasta encima de las aceras mientras los vecinos no teníamos espacio ni para andar", comentaba este lunes un veterano residente del Paseo Imperial.

Al terminar 2011, la gigantesca factoría de cerveza, que entró en funcionamiento en 1961, y que llevaba casi en desuso hace más de diez años con apenas unas cuantas oficinas en su interior, desaparecerá por completo como una reliquia del pasado industrial de Arganzuela.

Por su parte, los seguidores rojiblancos tendrán que esperar algo más. La demolición del estadio y el definitivo traslado a La Peineta, situado en la otra punta de la ciudad (San Blas) no ocurrirán antes de 2013. Pasada esa fecha, el Atleti dispondrá de una nueva casa dotada de más de 73.000 localidades, 20.000 más que el Vicente Calderón. Para eso, la propia Peineta tendrá que sufrir una remodelación que quedará algo deslucida después de que Madrid no pudiera ganar la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016. No obstante, no se abandonará el sueño olímpico, y el nuevo recinto estará dotado con unas pistas de atletismo.

Una nueva cara para San Blas

La Operación Calderón no sólo cambiará por completo la faz de la ribera del Manzanares. También afectará al barrio de San Blas. Cuando se complete la mudanza rojiblanca, en el 2013, los vecinos verán cómo se levantan tres enormes barrios con la edificación de 11.900 viviendas, la mitad de ellas protegidas. También se construirá una plaza, un lago, un gran parque y nuevas zonas comerciales.

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