Falsos propietarios okupan pisos en Barcelona para alquilarlos con contratos fraudulentos

  • Entran en casas vacías o cuando los residentes no están.
  • Cambian la cerradura y alquilan el piso a terceras personas.
  • El fenómeno va en aumento y el juicio para echarlos puede durar 3 años.
Piso tapiado en el Raval para que no sea okupado.
Piso tapiado en el Raval para que no sea okupado.
T. M.
Piso tapiado en el Raval para que no sea okupado.

Entran en pisos que detectan vacíos –no importa si hace años, meses o días que no hay nadie– y los okupan, cambian la cerradura y los realquilan a terceras personas. Es un nuevo tipo de negocio fraudulento que desde hace unos meses está teniendo lugar en Barcelona.

Es lo que está sufriendo Luis, que tiene un piso en el barrio del Raval de la capital catalana. En septiembre, el inquilino se marchó. Decidió arreglar algo la vivienda, pintándola y haciendo cuatro retoques para volverla a alquilar. Pero después de un mes, alguien forzó la puerta, cambió la cerradura y lo realquiló a una pareja. Ha denunciado los hechos a los Mossos y, ahora, le toca esperar una respuesta por parte de la Justicia.

Luis asegura que está "desesperado" y preocupado por la "pérdida de dinero, el gasto en abogados y horas de trabajo". Y pide a las autoridades que "resuelvan" esta problemática que "perjudica a la imagen de la ciudad". También lamenta que en casos como estos los propietarios reales "pierden todos sus derechos" y tienen "todas las de perder".

"Cuantificar el número de casos es casi imposible, pero en los últimos tiempos está aumentando", advierte a 20 minutos el asesor jurídico del Colegio de Administradores de Fincas de Barcelona y Lleida, Josep Maria Aguilà.

El perfil del invasor es dispar: desde los tradicionales okupas a grupos que se quieren aprovechar de personas sin estudios o en situaciones marginales. En determinados momentos llegan a actuar como mafias. Sean como sean, los problemas que provocan al legítimo propietario del domicilio son mayores que si hicieran una okupació ordinaria.

Así, si un grupo de personas se instala en una propiedad ajena, el tiempo que se tarda a echarlos fuera oscila ahora entre los cuatro y los seis meses, porque los procesos judiciales en este tipo de casos se han acelerado. Por el contrario, si un desconocido realquila un piso que no es suyo a una tercera persona, el tiempo de espera puede llegar a durar hasta tres años.

Papel mojado

Si la persona se hace pasar por propietario, redacta un falso contrato de alquiler a sus inquilinos e, incluso, les entrega recibos ficticios con las mensualidades, todo se complica, aunque sea papel mojado. "En estos casos no se puede hacer un juicio de desahucio y se debe hacer una vista ordinaria. Puede tardar entre dos y tres años", comenta Aguilà. El motivo, añade, es que "hay un contrato de por medio, aunque sea falso".

Siempre se deben pedir informes

"No debe dar vergüenza pedir informes personales de la persona a quien alquilamos el piso, llamar a su trabajo y preguntar cómo es, si estuvo de alquiler antes; al propietario...", asegura Xavier Tió, vocal del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria. Siguiendo estas pautas, "nos ahorraremos incidencias", afirma. Tió también alerta que se deben cambiar las cerraduras de la puerta tras la marcha del inquilino. "A veces han vuelto a entrar tras dejar el piso", avisa.

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