Cinco personas, un padre y sus cuatro hijos, murieron este lunes al ser tiroteados por desconocidos, al parecer dos hombres, en una finca de la pedanía de Scaliti, en la sureña localidad de Filandari (Vibo Valentia, Calabria), según han informado las autoridades italianas. Se trata de Domenico Fontana, de 61 años, y sus hijos Pasquale, de 37; Pietro, de 36, Emilio, de 32 y Giovanni, de 19.

Fontana, según los medios italianos, tenía antecedentes penales por delitos contra el patrimonio, al igual que algunos de sus hijos. El tiroteo se produjo a media tarde en la finca de la familia, en la que no se encontraba ni la madre ni otra hija. Al parecer, la esposa y madre fue avisada por teléfono, y cuando llegó sólo quedaba vivo uno de los hijos, que falleció cuando era trasladado a un hospital.

La policía está interrogando a un rumano que trabajaba en la zona y que al parecer pudo ver a los dos hombres que dispararon contra la familia. Aunque en la zona existen numeros clanes mafiosos, la policía, al parecer, descarta que se trate de una "guerra" entre clanes, sino más bien de un ajuste de cuentas por problemas de tierras.

Medios locales señalan que la matanza recuerda el atentado del 15 de agosto de 2007 en Duisburgo (Alemania), cuando seis calabreses fueron asesinados en un "ajuste de cuentas" entre los clanes rivales de la mafia calabresa Pelle-Vottari y Nistra-Strangio. La zona calabresa de Vibo Valentia se ha convertido en los últimos años en el centro de numerosos actos de delincuencia e intimidación, que la policía italiana, según la prensa local, considera acciones de los clanes de la 'Ndrangheta, la poderosa mafia local, para hacerse con el control de las actividades ilegales.

En los últimos días fue incendiado el automóvil del ex alcalde de Filandaria, Domenico Talotta, y estalló un artefacto en un concesionario de automóviles al negarse el dueño, Giuseppe Maccarrone, a pagar el 'pizzo', el "impuesto de protección" que exige la mafia.