Nochevieja en el mundo: fuego en el cielo y fiesta en la calle

El cambio de año es probablemente la única celebración masiva que puede poner de acuerdo a más de medio mundo en cuestión de 24 horas. Dejando de lado las reuniones familiares o las fiestas privadas, si repasamos la tradición podemos ver que la noche del 31 de diciembre habrá festejos públicos muy parecidos en los lugares más distantes del planeta.

Aunque el primer país habitado en recibir el año nuevo es Kiribati, y Nueva Zelanda va antes que Australia, Sidney es siempre el referente para dar por comenzadas las grandes celebraciones de Nochevieja. Esta ciudad de la costa este del continente isla, que disfruta de un tiempo veraniego por estas fechas, organiza eventos durante toda la tarde en torno a su puerto.  Al llegar la medianoche, más de 80.000 fuegos artificiales son lanzados desde el Sydney Harbour Bridge y otros seis puntos a lo largo de 6 kilómetros de línea de mar. Las luces se pueden ver en un radio de 16 kilómetros y los cruceros nocturnos son una de las mejores opciones para observarlo. Se calcula que este espectáculo pirotécnico atrae cada año a unos 300.000 turistas internacionales.

Los fuegos artificiales son una constante en las celebraciones de Nochevieja, incluso en países de tradiciones más arraigadas como Japón. Aunque la fiesta se ha occidentalizado en Tokio, los nipones celebran el cambio de año desde el 29 de diciembre hasta el 4 de enero y aún tienen como  prioridad en estas fechas acudir a los templos para ser bendecidos y hacer ofrendas de comida y bebida. A las 12 de la noche del 31 de diciembre, las campanas de los templos empiezan a sonar hasta un total de 108 veces para ahuyentar los 108 deseos terrenales.

Aunque el invierno no anime a estar en la calle, muchos europeos celebran oficialmente la entrada de año en plazas públicas. La Puerta del Sol de Madrid, los Campos Elíseos en París, la Piazza del Popolo en Roma, la Plaza Roja moscovita, Trafalgar Square en Londres o la Puerta de Brandenburgo en Berlín son puntos de encuentro de aquellos que van a festejar la noche. En algunas ciudades se organizan actuaciones previas y en otras no, pero todas coinciden en el espectáculo pirotécnico que acompaña al cambio de fecha.

Al otro lado del Atlántico, los primeros en entrar en el nuevo año serán argentinos, uruguayos y brasileños. En Río de Janeiro la gente se va juntando en las playas de Copacabana al ritmo de música y se hacen ofrendas a la diosa africana de los mares, Lemanjá. Al cruzar la medianoche, se desata el que dicen que podría ser el mayor show de fuegos artificiales del mundo.  Mientras esto sucede en Brasil, en México D.F. se empieza a celebrar una fiesta callejera similar al carnaval que ocupará durante toda la noche desde el Zócalo hasta el Paseo de la Reforma.

La famosa cuenta atrás de Times Square, en Nueva York, da el pistoletazo de salida a las celebraciones en Estados Unidos, que tiene otras fiestas destacadas en Miami, Las Vegas, San Francisco, Los Ángeles y, por supuesto, Disneyworld. Hawai será el último rincón del mundo en llegar al 2011 y ahí se celebrará con fuegos artificiales en Waikiki y el sur de Maui.