Gil Marín cree viable esta posibilidad, en la que también participaría la empresa Mahou, que tiene una fábrica cerca del estadio, porque, a su juicio, "pueden coincidir los intereses del club y los del consistorio".  El dirigente rojiblanco, en una reunión con representantes del club en el estadio Vicente Calderón, explicó que el Atlético sólo cambiará la ubicación de su estadio si percibe una cantidad que le permita "saldar la deuda de la entidad, cifrada en unos 120 millones de euros y construir uno nuevo".

Un nuevo estadio para 60.000 espectadores

El mismo estaría ubicado en una extensión de terreno entre 10 o 12 hectáreas, frente a las tres del actual Vicente Calderón, y con un capacidad cercana a los 60.000 espectadores.

Además la preferencia de los dirigentes colchoneros sería situarlo en la zona de Campamento, muy cercana a la ribera del Manzanares.

Gil Marín, por otra parte, apuntó que el club tratará de retener a todos sus jugadores actuales para poder seguir creciendo la próxima temporada y que la cantera debe seguir siendo "una referencia" en el club.

Para el consejero delegado de la entidad, otro de los propósitos fundamentales es que en el futuro la mitad de las acciones del club estén en manos de "la masa social rojiblanca" y que el otro restante esté "en poder de instituciones y empresas solventes que tengan buena reputación en el ámbito de la gestión".

Gil Marín confirmó además los contactos que se están manteniendo con varios municipios madrileños, tanto para que sean la sede de la nueva sección de balonmano de la entidad como para convertirse en la sede de la amplia escuela del Atlético de Madrid.