Gonzalo Gironés, un catedrático de Teología jubilado, publicó el martes en la hoja parroquial "Aleluya" que las mujeres que son víctimas de los malos a veces provocan a sus maridos.

La denuncia sostiene que el teólogo realiza una apología de la violencia al afirmar en su artículo que "nadie ha confesado qué hicieron las víctimas, que más de una vez provocan con su lengua" y que "el varón generalmente no pierde los estribos por dominio, sino por debilidad: no aguanta más y reacciona descargando su fuerza que aplasta a la provocadora".

Guiralt opinó al respecto que estas manifestaciones "no encajan en el tipo delictivo de una apología", ya que el artículo "no enaltece" al autor de un supuesto delito de violencia doméstica "ni incita a la comisión de hechos delictivos", y recordó que únicamente la "apología del terrorismo" está perseguida penalmente.

Por esta razón, al Fiscalía investigará los hechos denunciados y advirtió de que, si se determina que son constitutivos de delito, tanto el autor del artículo como el editor de la publicación podrán ser citados a declarar.

En este caso, "se podrá seguir contra ellos un procedimiento", mientras que si se no observa la existencia de un tipo delictivo penal, la causa "se podrá archivar" sin necesidad de citar a nadie para que preste declaración.

Guiralt se mostró "consternada, decepcionada y preocupada" por la publicación del citado artículo, y subrayó que para la Fiscalía se trata de unas "opiniones" que "no tienen un valor especial por el hecho de que su autor forme parte del clero".

"Los únicos que de verdad pueden pedirle -a Gironés- responsabilidades son sus feligreses, pero no la Fiscalía, que forma parte de un Estado aconfesional", puntualizó.

Finalmente, insistió en que los juristas valorarán "las declaraciones de un ciudadano, no desde el punto de vista católico", ya que, "sólo es una persona que da una opinión, una opinión realmente lamentable".

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