Algunos de los manifestantes en Peshawar (noroeste de Pakistán) incendiaron un restaurante de la cadena estadounidense Kentucky Fried Chicken (KFC), además de dos cines y varios vehículos, y mantuvieron enfrentamientos con la policía. Según fuentes policiales en Peshawar, un niño de ocho años resultó muerto debido a "disparos indiscriminados de manifestantes", pero algunos participantes dijeron que el pequeño intentaba escapar de la zona cuando fue alcanzado por una bala de la policía.

Los agentes de seguridad dispararon para tratar de dispersar la violenta marcha, mientras las fuentes policiales indicaron que los manifestantes también utilizaron armas de fuego en los enfrentamientos. Unos disparos causaron además durante la protesta la caída de unos cables eléctricos, uno de los cuales alcanzó a un hombre, que resultó muerto.

Además, otras 51 personas resultaron heridas, la mayoría debido a golpes con porras, según medios locales.

La protesta sigue desarrollándose en las calles de Peshawar, donde el Gobierno provincial ha ordenado el cierre de todas las instituciones educativas durante el día de el miércoles y mañana, jueves, en vista de los incidentes. Esa manifestación fue convocada por Tehrik-e-Tuhafaz-e-Namoos-e- Rasalat (Movimiento de Defensa de la Dignidad del Profeta) contra las caricaturas de Mahoma, publicadas originalmente en el diario danés Jyllands-Posten y reproducidas después en varios medios europeos.

También el miércoles se produjo una nueva protesta en Lahore (este de Pakistán), en la Universidad del Punjab, donde grupos de estudiantes se enfrentaron con la policía y, al parecer, un estudiante resultó herido grave.

El miércoles fue el tercer día consecutivo en que se producen violentas marchas en distintas zonas de Pakistán, una República Islámica que hasta ahora se había contenido en sus reacciones a las controvertidas viñetas del Profeta del Islam.

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