La Plaça de la Vila de Madrid permanece cerrada desde finales de la semana pasada para evitar que se reúnan indigentes y drogadictos. El Ajuntament de Barcelona ha instalado una valla perimetral como ya hizo hace tiempo en los Jardins dels Horts de Sant Pau, también en Ciutat Vella, o el mercado de la Boqueria, donde todavía no han finalizado los trabajos de adecuación.

El objetivo es reducir la inseguridad y el incivismo de la zona y dar respuesta a las reivindicaciones vecinales. Los residentes protestaban porque indigentes sin techo, prostitutas y drogadictos se congregaban en la plaza por la noche.

Sin embargo, a muchos vecinos y comerciantes no les gusta esta medida, tanto por motivos estéticos como por considerarla insuficiente. Por un lado, consideran que la plaza se ha convertido en una "cárcel" y lamentan que ya no se pueda pasear por ella o sentarse en el césped para tomar el sol. El consistorio prevé abrir la plaza durante el día para permitir la entrada a la futura zona de juegos infantiles y a las tumbas romanas, que durante la jornada serán custodiadas por un vigilante.

Por otro lado, algunos vecinos y comerciantes consideran que las vallas son insuficientes para solucionar el problema, ya que se puede saltar por encima con facilidad y porque entienden que la indigencia, la prostitución y la drogadicción deben afrontarse desde los servicios sociales.

Más plazas valladas

No es la primera vez que el Ajuntament valla una plaza u otra zona de interés. Los Jardins dels Horts de Sant Pau se cierran cada noche y el Ajuntament está vallando el Mercat de la Boqueria para evitar que prostitutas, toxicómanos e indigentes entren en la lonja. En ambos casos, los vecinos y los comerciantes se muestran satisfechos porque, según aseguraban ayer, se han reducido los actos incívicos.

El Parc de la Ciutadella, el Park Güell o el Parc Central del Poblenou son otros de los enclaves que permanecen cerrados durante la noche.

La Associació de Veïns del Barri Gòtic también considera que los problemas continuarán porque "cerrar espacios públicos es una medida que sólo consigue desplazar a las personas" a otras zonas del barrio, según explicó Albert Sancho, vocal de Espais Públics de la entidad. Problemas como la indigencia "no se solucionan con vallas", agregó.