El director general de Medio Natural y Política Forestal del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), José Jiménez, ha visitado este lunes las actuaciones de restauración de la zona del Campo de Maniobras San Gregorio, en la provincia de Zaragoza, afectada por un gran incendio forestal el pasado año 2009.

En la visita, ha estado acompañado por la directora general de Infraestructuras del Ministerio de Defensa, Mónica Meller, y por los alcaldes de las localidades zaragozanas de Tauste, Pradilla de Ebro, Remolinos y Torres de Berrellén.

El Ministerio de Medio Ambiente ha invertido 1.200.000 euros, con cargo al Fondo de Contingencia previsto para este tipo de situaciones, en la restauración del Campo de Maniobras de San Gregorio, ha informado el MARM en un comunicado.

Estas inversiones, que se están realizando en colaboración con el Ministerio de Defensa, se ejecutan por el procedimiento de emergencia, al amparo de lo previsto en la Ley de 19 de marzo, por la que se aprueban medidas urgentes para paliar los daños producidos por los incendios forestales y otras catástrofes naturales ocurridos en varias Comunidades autónomas, entre ellas la de Aragón.

El incendio, además de la pérdida intrínseca del valor ecológico y económico del sistema forestal, tuvo como consecuencia una importante disminución de la función protectora de la vegetación quemada, lo que podía originar el desencadenamiento o aceleración de procesos de erosión, especialmente en localizaciones con fuertes pendientes y en suelos erosionables que son característicos de la orografía de la zona, ha explicado el ministerio.

Este tipo de incendios afectan a los balances hidrológicos, no solo por la desaparición de la cubierta vegetal que reduce el impacto de las lluvias, sino también por la reducción de la infiltración y aumento de las escorrentías superficiales.

Objetivos de la actuación

La inversión se está ejecutando para paliar estos efectos desfavorables con la finalidad de conseguir con la mayor urgencia posible la restauración medioambiental del hábitat forestal quemado, han agregado desde el MARM. De esta forma, "se persigue proteger el suelo frente a la erosión y desertificación y defender la zona contra la sequía y las inundaciones".

También preservar y mejorar la diversidad biológica en ecosistemas forestales; planificar de forma dinámica en la cuenca hidrográfica, favoreciendo una gestión sostenible y global de los recursos naturales de agua, suelo y vegetación; evitar la aparición de enfermedades y plagas forestales; fijar carbono atmosférico y mitigar los efectos negativos del cambio climático; y contribuir al desarrollo sostenible del medio rural.

Para alcanzar estos objetivos, se están ejecutado diversos trabajos de restauración forestal de las áreas incendiadas, como limpieza y retirada de la madera quemada, tratamientos selvícolas adecuados a la cubierta vegetal protectora afectada por el incendio, adecuación de accesos, plantación de especies forestales (donde no se consiga la regeneración natural), y restauración ambiental de los hábitats de los espacios de la Red Natura 2000, o áreas donde habiten especies silvestres en régimen de protección especial. EMPLEO

La puesta en práctica de este tipo de actuaciones supone, además, el beneficio añadido de la creación de puestos de trabajo como consecuencia de la utilización de mano de obra procedente de la zona de actuación, destaca el MARM.

Estos "efectos sociales positivos" son complementarios a los medioambientales y en el diseño de las actuaciones se compatibilizan no solo criterios sociales, sino también de biodiversidad, multifuncionalidad y sostenibilidad de los montes con criterios hidrológicos, "buscando optimizar el papel de estas áreas en la regulación hídrica y en el mantenimiento de la calidad de las aguas y de los hábitats y ecosistemas, sin olvidar los fines tradicionales de protección y control de los procesos erosivos y de desertificación".

El MARM finalizará, dentro del presente mes de diciembre, y en las zonas afectadas por los grandes incendios forestales de 2009, una inversión de 1.058.920 euros en Zaragoza (en los términos municipales de Fayón, Valmadrid y Jaulín), y 4.305.536 euros en Teruel (en Aliaga, Corbalán y Alloza).

En el periodo 2004-2010, el Ministerio ha destinado cerca de 90 millones de euros a la realización de trabajos de emergencia para restauración medioambiental de zonas incendiadas en España, de los cuales 15 corresponden a los grandes incendios de 2009 acaecidos en varias Comunidades autónomas, diez en el marco del Real Decreto-ley 13/2009 citado y cinco en el de la Ley 3/2010, de 10 de marzo, de los cuales 1.200.000 euros se adscriben al incendio de San Gregorio.