Representantes de empresas como Holcim y dirigentes empresariales del sector de la Economía Social han defendido este viernes en Sevilla la necesidad de "comunicar con claridad" y con "transparencia" los procesos de reestructuración empresarial, y han reconocido que el consumidor sigue de cerca estos procesos y vigilan la "ética" del comportamiento empresarial en estas situaciones de crisis.

Durante su participación en la mesa Reestructuración Socialmente Responsable del encuentro AIR 2010 —el encuentro de ciudadanía, sociedad y empresas socialmente responsables organizado por la Consejería de Empleo—, el director de Desarrollo Sostenible de la cementera Holcim, Manuel Soriano, ha explicado que cualquier reestructuración empresarial que se acomete desde una empresa debe de partir de un análisis de la necesidad real de ejecutar estas medidas traumáticas, y ser "valiente" y "comunicar de forma transparente" las acciones que se van a acometer las partes implicadas".

"Hay que comunicar, y comunicar de formar clara y con honestidad", defende Soriano frente a un proceso de cierre, en el que debe de producirse una proceso "abierto de negociación y de comunicación permanente con los afectados".

Soriano sostuvo que en ocasiones, las reestructuraciones son inevitables, pero también son oportunidades para "entrar en rentabilidad y poder seguir adelante", y se muestra partidario de un proceso de "responsabilidad compartida" para que sean procesos que no se cierren en falso, lo que puede provocar consecuencias más negativas.

Posteriormente, el director general de Forética, German Granda, ha defendido que la responsabilidad social en las empresas "no es un puerto, es un camino", y se debe basar en una gestión continua que sea medible y cuantificable. Granda asegura que hay muchas empresas que han demostrado que se pueden hacer restructuraciones socialmente responsables, y "que dejan en evidencia a otras que no lo hacen", y coincide en la necesidad de comunicar con claridad estos procesos.

El director técnico de la Fundación Escuela para la Economía Social, Pedro Campano, explica que la responsabilidad social está más basada en valores y principios, que en el cumplimiento de leyes, y puso como ejemplo el modelo de empresas de economía social en las que "la persona es lo importante" y tienen procesos de toma de decisiones democráticos.

Campano aconseja a las empresas que tengan en cuenta que los ciudadanos observan de forma más estrecha si tienen un comportamiento ético y, actualmente, "ejercen su poder como consumidores más allá de la cita con las urnas".

Por último, el director general de la Economía Social, del Trabajo Autónomo y de la RSE del Ministerio de Trabajo, Juan José Barrera, define la actual crisis como un ejemplo claro "de lo que no es responsabilidad social, sino de auténtica irresponsabilidad social" ante los factores que la provocaron. Según Barrera, el 71 por ciento de los despidos que se están produciendo durante los años de crisis se acogen a la fórmula que denominó de "despido express", el despido improcedente acogiéndose al pago de la indemnización, fórmula que califica de "escasamente responsable".