El sector cementero de Andalucía dejó de emitir a la atmósfera entre 2008 y 2009 un 25 por ciento menos de toneladas de C02 con respecto a los derechos de emisión fijados por el Plan Nacional de Asignación, que determina para las industrias cementeras andaluzas una asignación de 4.897 millones de toneladas de C02 anuales para el periodo entre 2008 y 2012.

Durante la presentación de la Memoria de Sostenibilidad del Sector Cementero Andaluz correspondiente a los años 2008 y 2009, en la que estuvo presente el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, el director gerente de la Fundación Laboral Andaluza del Cemento y del Medio Ambiente (Flacema), Manuel Parejo, ha indicado que las emisiones de CO2 verificadas por el sector cementero andaluz en 2008 ascendieron a 4.256 millones de toneladas, lo que supuso un ahorro de un 16,69 por ciento respecto a la cantidad fijada por el Plan Nacional de Asignación; mientras que en 2009 se redujeron hasta las 3.466 millones de toneladas, con un ahorro del 32,16 por ciento.

Tal y como ha explicado, una parte importante de esta reducción de emisiones de CO2 se debe a la "disminución del consumo de cemento experimentada en este periodo", el cual ha caído en más de un 50 por ciento ligado al desplome del sector de la construcción.

En cuanto al escenario futuro, el director gerente de Flacema ha advertido que la reducción de emisiones de C02 en un 20 por ciento en el año 2020 con respecto a los niveles de 1990 fijada por la UE es un objetivo "demasiado ambicioso", ya que, según ha apuntado, "en el año elegido para tomar los datos de referencia estábamos en unos niveles bajísimos de emisión".

Además, ha recordado que la Comisión Europea pretende que a partir de 2013 los derechos de emisión para el sector cementero, entre otros, dejen de ser asignados gratuitamente y pasen a ser subastados de manera progresiva, lo que supondría "la desaparición del sector industrial, pues se desviaría la producción hacia países donde las exigencias ambientales resulten escasas o no existan".

Según calcula el sector, si el coste de la tonelada de CO2 emitida fuera de 35 euros en 2020, "se produciría una deslocalización del 100% de la industria del cemento para esa fecha".

Valorización de residuos

Por otro lado, el presidente de Flacema, Tomas Azorín, ha insistido en la necesidad de apostar por la valorización energética de residuos, de manera que muchos de los residuos que se depositan en los vertederos —maderas, neumáticos, aceites usados, harinas animales o celulosa— puedan ser utilizados como combustibles alternativos frente a los combustibles fósiles tradicionales, petróleo fundamentalmente.

Según señala, la valorización energética supone una "ventaja económica" para las industrias cementeras, ya que mejora su competitividad empresarial y supone un ahorro de inversiones en nuevas plantas de valorización, dado que se aprovechan infraestructuras ya existentes. Además, apunta, reduce el consumo de combustibles fósiles y un ahorro global en la emisión de gases con efecto invernadero.

Tal y como ha apuntado, en 2009 se alcanzó un 15,5 por ciento de sustitución térmica, es decir, energía aportada por combustibles alternativos en el conjunto de las fábricas de Andalucía, cifra que dista mucho de la de otros países europeos como Austria, Suiza o Alemania, donde alcanza el 50 por ciento.

Con esta idea, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y Flacema han firmado un protocolo de colaboración para impulsar actuaciones conjuntas en favor del desarrollo sostenible, entre las que se encuentra la puesta en marcha de proyectos para promover la valorización energética de residuos en las cementeras, así como la organización de actividades de sensibilización.

Asimismo, a través de este acuerdo se editarán publicaciones para potenciar la formación e información ambiental de colectivos establecidos en el entorno de las fábricas de cemento y se fomentarán la puesta en marcha de programas de educación ambiental, así como se favorecerá la integración de Flacema en la Red de Información Ambiental de Andalucía (Rediam).

Díaz Trillo ha resaltado el esfuerzo que ha realizado el sector cementero por mantener su actividad pese a estar afectado por la crisis de la construcción y seguir afianzando la reutilización de residuos en su proceso productivo.

En este sentido, ha lamentado las "cifras escalofriantes" en cuando a caída de la producción del sector y ha señalado las importantes oportunidades que se abren para las industrias cementeras en el campo de la valorización de residuos y en el marco del II Plan Director Territorial de Gestión de Residuos No Peligrosos de Andalucía.

El consejero ha asegurado que después de la crisis los emprendedores "serán solidarios con su entorno o no serán" y ha reivindicado que el medio ambiente "no es una obra de caridad sino parte central de la actividad empresarial". "No se trata de cubrir las vergüenzas medioambientales, sino de hacer del medio ambiente un factor clave de competitividad", ha dicho.