El juez decreta prisión sin fianza para el presunto homicida de Olot

El 'pistolero' de Olot en una imagen de archivo.
El 'pistolero' de Olot en una imagen de archivo.
EFE
El 'pistolero' de Olot en una imagen de archivo.

El impago de dos pagas extras, la de Navidad y la de Julio, así como una deuda de la tarjeta de crédito de unos 4.000 euros aparecen como el móvil de los cuatro asesinatos cometidos este miércoles por Pere Puig en Olot (Girona), ha explicado el abogado de la acusación, Carles Monguilod, y la letrada defensora, Nuria Masó.

El juez de Olot ha decretado el ingreso en prisión sin fianza para este albañil de 57 años por la muerte del constructor Joan Tubert y a su hijo Angel Tubert, para los que trabajaba, y los empleados de la Caja Mediterráneo (CAM) de la localidad gerundense Rafael Turró y Anna Pujol.

El acusado ha confesado ante el juez la autoría de los cuatro asesinatos, según Monguilod y Masó, aunque el primero ha detallado que Pere Puig pretendía matar también a otras dos personas, el propietario del bar escenario de los dos primeros crímenes y un cliente habitual del local, pero que no los encontró. Por contra, la letrada ha señalado que su defendido disparó contra quienes había en el establecimiento en ese momento y contra los que tenía algún tipo de problema.

El abogado de la familia Tubert ha negado que el constructor, para quien trabajaba Pere Puig, pretendiese despedir a éste o que le hubiesen firmado un talón sin fondos para saldar la deuda que mantenían con él, aunque Nuria Masó ha explicado, respecto al primero de estos posibles móviles, que "algo había de esto". Según Carles Monguilod, el único móvil para asesinar al constructor y a su hijo era esa deuda de dos pagas extras y del sueldo de dos semanas del actual mes que ascenderían, en su opinión, a unos 2.400 euros, aunque Nuria Masó entiende que había "más cosas".

La explicación dada ante el juez por Pere Puig, según Masó, es la de que "con el pan de su mesa no juega nadie", así como que se sintió "dominado por una serpiente en el estómago y en el cerebro".

En el caso de los dos empleados de Caja del Mediterráneo asesinados, Monguilod ha mencionado una deuda crediticia de unos 4.000 euros, de la que al parecer tendría pendiente el pago de unos intereses que, al entender del acusado, eran injustos. Sin embargo, la letrada de la defensa ha asegurado que el crédito era "por una cantidad superior a 4.000 euros" y que el acusado creía tenerla saldada, aunque realmente no era así, versión que coincidiría con la falta del abono de los intereses.

El abogado particular de la familia Tubert se ha declarado "impactado" por la "frialdad" en la confesión ante el juez de Pere Puig, quien habría explicado que el pasado miércoles decidió vestirse de cazador antes de cometer los crímenes, porque iba "a cazar, en este caso personas", ha puntualizado el letrado. En cambio, Nuria Masó ha insistido en que su defendido se había declarado "arrepentido" y en que había pedido perdón a las familias de las víctimas.

Coincidiendo con la declaración de Puig ante el juez, Olot ha acogido el entierro de los cuatro asesinados.

Además, Pere P.P. bromeó hace un tiempo y en presencia del constructor Joan Tubert, una de las víctimas, con que "quería ser famoso" y "mataría a alguien", a lo que Tubert le dijo, con el mismo tono, que él no estaría entre ellos. Así lo ha revelado esta viernes el abogado de los Tubert, Carles Monguilod, que ha explicado que ahora la familia ha empezado a recordar conversaciones, aunque en ningún momento sospechó nada.

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