Llega la jubilación

Prestaciones: Muchas empresas optan por prejubilar a sus empleados, mientras muchos expertos abogan por subir la edad para retirarse.
Unos jubilados bailando en una fiesta.
Unos jubilados bailando en una fiesta.
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Unos jubilados bailando en una fiesta.
Hoy día un trabajador llega a la edad de jubilación (65 años) casi en plenitud física, y con una gran madurez y experiencia laboral. Pero muchas grandes empresas tienden a adelantar la edad legal ofreciendo prejubilaciones. Mientras, «en distintos foros europeos se habla de subir la edad de jubilación, lo que contribuiría a mejorar el sistema de pensiones, pero sería una medida tremendamente impopular», explica Aitor Pérez, socio director de la consultora Gerokon.«Una prejubilación antes de los 58 se antoja temeraria –afirma el abogado Fernando Vizcaíno–. El trabajador debe saber que hasta los 65 no se percibe la paga íntegra».

Acuerdo con la empresa

La prejubilación es un acuerdo privado entre empresa y trabajador, casi siempre incompatible con el ejercicio de otra actividad. La paga mensual se suele reducir hasta el 70, 80 ó 90% de lo que se ganaba antes, aunque se sigue cotizando. Para cobrar el 100% de la pensión hay que tener 65 años y haber cotizado al menos 30. Por cada año que falte, la prestación se reduce.

La pensión privada

Según un cálculo ofrecido por el BBVA, una persona de 30 años que se adhiere a un plan de pensiones, y que realiza una aportación mensual de 100 euros, con un incremento anual de dicha aportación de un 3%, podrá tener cuando llegue a la edad legal de jubilación (65 años), un capital de 166.487 euros. Además, abrir un fondo de pensión privado tiene ventajas fiscales. A día de hoy, las cantidades aportadas son desgravables en su totalidad en la base imponible del IRPF hasta un límite de 8.000 euros, que se eleva en 1.250 euros a partir de los 52 años.

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