La Policía italiana y los manifestantes que protestan contra el Gobierno de Silvio Berlusconi han protagonizado este martes duros enfrentamientos ante la sede del Senado y la plaza Venecia, en el centro de Roma, que han dejado un saldo de 41 detenidos. La Cámara Alta ha dado este martes su confianza al primer ministro italiano con 162 votos a favor y 135 en contra, en una votación en la que se abstuvieron los parlamentarios del grupo Futuro y Libertad (FLI), liderado por su ex aliado Gianfranco Fini.

Los agentes cargaron duramente contra varios centenares de estudiantes que intentaron atravesar el cordón policial instalado en torno al Palacio Madama, sede del Senado, después de que éstos lanzaran piedras, petardos, botes de humo y pintura contra la sede de la cámara alta. Varios estudiantes resultaron heridos y otros fueron retenidos por los agentes, según denunciaron.

Además, se produjeron varios encontronazos entre agentes de policía y periodistas que pretendían acceder a la zona para grabar los altercados. Tras la carga policial, los manifestantes se dispersaron por las zonas aledañas al Senado, entre ellas la Plaza Navona y el Panteón, mientras que en la Cámara Alta se cerraron todas las puertas y se invitó a los senadores a no salir a la calle.

Todos los puestos de Navidad que durante esta fecha se instalan en la plaza Navona cerraron ante los enfrentamientos. También en las inmediaciones del palacio de Montecitorio, sede de la Cámara de los Diputados, se han producido altercados entre la policía y los manifestantes, la mayoría de ellos estudiantes que protestaban por la reforma universitaria propuesta por el Ejecutivo.

Miles de personas se manifiestan desde primeras horas de este martes en toda Italia para protestar contra el Gobierno de Silvio Berlusconi, que se jugaba a esa misma hora su futuro con la votación de dos mociones de censura en la Cámara de los Diputados. Las concentraciones más importantes se han registrado en ciudades como Roma, Milán, Turín, Palermo, Catania, Cagliari o Bari. El centro de la capital italiana había sido blindado para evitar que los manifestantes accedieran a las zonas aledañas al Senado y a la Cámara de los Diputados.