El alcalde de Calatayud, Víctor Ruiz, presentará una moción al próximo pleno municipal para instar al Gobierno central a que defina, con carácter de urgencia, el concepto jurídico de "vivienda desocupada" para poder desarrollar un artículo de la ley reformada de Haciendas Locales de 2002 que permite incrementar la tasa del IBI hasta en un 50 por ciento para pisos vacíos.

Para el alcalde bilbilitano, Víctor Ruiz, la importancia de esta vía para Calatayud "no es tanto por su potencial recaudatorio" como por la posibilidad que crea de impulsar "una consolidación el parque real de viviendas en la ciudad y, especialmente, en el casco antiguo".

Con este objetivo presentará la moción al pleno de este miércoles, 15 de diciembre, solicitando que se establezca en un texto legal cuáles son las características que se ajustan al concepto de "vivienda desocupada" para poder aplicar ese recargo del IBI en Calatayud, donde de un parque residencial compuesto por unos 11.216 inmuebles se podrían contabilizar más de un millar de viviendas en desuso.

La reforma de la ley de haciendas locales de 2002 establece en su artículo 72.4 que "tratándose de inmuebles de uso residencial que se encuentren desocupados con carácter permanente, por cumplir las condiciones que se determinen reglamentariamente, los ayuntamientos podrán exigir un recargo de hasta el 50 por ciento de la cuota líquida del impuesto".

Desde esa fecha, se han dado casos de ayuntamientos que han introducido recargas del IBI en sus ordenanzas para estos inmuebles desocupados pero nunca las han podido aplicar porque no se ha desarrollado el reglamento de la Ley de Haciendas Locales en el que se defina qué es un piso vacío.

"Con este reglamento podríamos cuantificar el número exacto de inmuebles vacíos en Calatayud porque no tiene mucho sentido pensar en construir nuevas viviendas cuando tenemos edificios vacíos", afirma Ruiz, a los que sus propietarios podrían dar salida, a través de rehabilitación, alquiler o venta.

Para el alcalde esta medida podría resultar especialmente beneficiosa para revitalizar el casco antiguo, donde se concentra la mayor parte de las viviendas en desuso, mucha de ellas en mal estado de conservación.