Zarautz, playa real por partida doble

Zarautz es una antigua villa marinera que empezó a vivir del turismo cuando la Reina Isabel II de España la eligió para pasar varios veranos a mediados del siglo XIX.

Desde entonces, su fama como lugar de vacaciones no ha dejado de crecer, pues los atractivos de la localidad guipuzcoana son muchos y variados. Su famoso arenal de dos kilómetros de longitud, el primero. Conocida con el sobrenombre de ‘La Reina de las Playas’ por ser la más grande del País Vasco y una de las más largas del Cantábrico, es el lugar preferido por vecinos y visitantes para desarrollar actividades al aire libre, ya sea jugar al fútbol los domingos invernales o pasear por el vecino paseo marítimo hasta la zona de las dunas.

En los últimos años ha ganado gran fama entre los surfistas de todo el mundo por su ola de derechas. El auge de este deporte en la villa se puede constatar por la cantidad y calidad de los surfistas locales, entre los que sobresalen Aritz Aranburu y Hodei Collazo, y por la celebración de una prueba del circuito mundial todos los meses de septiembre. Si se anima y el tiempo lo permite, hay varias escuelas de surf en el paseo marítimo.

Otro de los grandes valores de Zarautz es, cómo no, su gastronomía. En este caso, el referente ineludible es el restaurante-hotel del chef televisivo Karlos Arguiñano, situado en un palacete levantado en primera línea de playa. En el caso de que prefiera una comida menos formal, en el pueblo hay una zona de pinchos que no le defraudará.

Después de comer, nada mejor que tomar el camino peatonal que une Zarautz con la vecina localidad de Getaria, patria del marino Juan Sebastián Elcano. Apenas cuatro kilómetros de recorrido en el que deleitarse con el espectáculo que ofrece el Cantábrico, sobre todo cuando hay mucho oleaje. Una vez en el pueblo, no se pierda el puerto y la iglesia gótica de San Salvador.