Si Eva Gabrielsson firmara el cuarto Millennium, del que su fallecida pareja, Stieg Larsson, dejó escritas 320 páginas, precisando que se inspira en una obra suya y repartiera los beneficios con la revista Expo se podría publicar la novela que cerraría esta millonaria saga, aunque no antes de 2015.

Sin embargo, explica en una entrevista Kurdo Baksi, amigo de Larsson, Gabrielsson quiere publicarlo sólo con el nombre del que fue su pareja durante más de 32 años, a pesar de que sería ella la que concluiría el tercio, aproximadamente, de novela que falta, y ser la única titular de los derechos que generara.

"No hay ninguna posibilidad de publicar ese libro antes de 2015 porque entre las condiciones que ha puesto la familia, que ella no acepta, y el empeño de Eva de publicar su autobiografía -que saldrá en unas semanas- no hay forma de llegar a un acuerdo", dice Baksi crípticamente, porque no quiere detallar por qué esa fecha es el plazo.

"Lo del IV Millennium -las aventuras de Lisbeth Salander, de las que ya se han vendido 30 millones de ejemplares en todo el mundo- es como una novela negra en sí misma. Ahora sabemos que, quizá, hay otra persona, además de Eva, que tenga ese manuscrito, a quien Larsson pudo mandárselo para conocer su opinión".

Un conflicto familiar

La familia del escritor sueco Stieg Larsson, con la que él no tenía relación pero que ha heredado todos los beneficios que generan sus libros -decenas de millones de euros- porque, según las leyes suecas, sólo tienen derechos sucesorios los matrimonios y no las parejas de hecho, había amenazado con que jamás permitiría la publicación de ese manuscrito si Gabrielsson insistía en editar sus memorias.

El hecho, dice Baksi, es que el próximo 5 de enero, y no el 19 como estaba previsto, saldrá en Francia, Millennium, Stieg et moi (Millenium, Stieg y yo), una "autobiografía" de Gabrielsson de poco más de 150 páginas en la que se contienen "pocas novedades", según él, pero en la que insiste en el enfrentamiento con el hermano (Joakim) y el padre (Erland) de Larsson por la herencia.

Larsson murió antes de la publicación del primer libro de su trilogía, Los hombres que no amaban a las mujeres, y la ausencia de testamento dejó al padre y al hermano de Larsson como herederos, aunque Gabrielsson ha señalado siempre que su compañero consideraba los manuscritos de sus libros como el plan de pensiones de ambos.

Las memorias, en la que Gabrielsson relata también el trabajo como periodista de Larsson contra el fascismo desde Expo, la revista que él fundó y a la que él quería donar todos los beneficios del IV Millennium, saldrán en francés y no está previsto que aparezcan, por el momento, en ningún otro idioma.

Baksi, que ha publicado Mi amigo Stieg Larsson con memorias recogidas durante 12 años de trabajo junto al escritor y periodista fallecido de un infarto en 2004, recién cumplidos los 50, asegura que los próximos años "van a ser muy emocionales" porque hay otro escritor sueco que va a publicar un libro sobre él en Estados Unidos, país en el que están previstos rodajes sobre sus novelas.

Hace cerca de un año, Gabrielsson rechazó una oferta de la familia de Larsson para zanjar la polémica por 20 millones de coronas suecas (unos 2 millones de euros).