Le dan de alta en una compañía de la luz sin enterarse y mientras está de viaje

  • Un vecino de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) recibió una factura de una compañía de luz de la que no era cliente.
  • Al pedir una copia del supuesto contrato detectó que la mayoría de los datos personales eran falsos.
  • Otros dos clientes denunciaron los hechos ante los Mossos y la compañía investiga a un comercial de una empresa subcontratada que pudo realizar contratos falsos.
Una oficina de Iberdrola.
Una oficina de Iberdrola.
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Una oficina de Iberdrola.

Celedonio Ramírez se fue de viaje en agosto pasado siendo cliente de la compañía de luz Endesa, pero unos meses después descubrió que durante su ausencia no sólo le habían dado de baja en la misma, sino que le habían dado de alta en Iberdrola, todo ello sin que él se enterase y sin su consentimiento ni el de su mujer.

El pasado 5 de noviembre este vecino de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) recibió una factura de consumo eléctrico por un importe de 39 euros de Iberdrola, cuando "en ningún momento había solicitado ser cliente de ellos", cuenta a 20minutos.es. Sospechó que se había hecho "un uso fraudulento" de los datos personales, por lo que solicitó una copia del supuesto contrato. Con la copia en la mano, detectó que algunos de los datos que aparecían, como el número de teléfono, la fecha de nacimiento, el número de cuenta bancaria o la firma no se correspondían con los suyos ni con los de su esposa, titular del contrato con Endesa.

Para más inri, en la supuesta fecha en la que se firmó el contrato, el afectado asegura que se encontraba de viaje y no había nadie en su casa. "Conservo los billetes de avión para demostrar que no estaba", afirma. Tras estos hechos, llamó a Iberdrola, donde le dijeron -explica- que tenían su factura de Endesa correspondiente al mes de agosto "porque él se la había entregado", un extremo que el afectado niega. Decidió mirar todas las facturas que guardaba y "tenía todas menos la de agosto, y por eso pensé que me la habían quitado del buzón", detalló.

Investigación

Así, acudió a la Oficina Municipal de Información al Consumidor de su localidad para poner una reclamación, y allí le transmitieron que en "esa misma mañana habían pasado otras tres personas con la misma queja". Por todo ello, el afectado pensó que "algún comercial que va puerta a puerta captando clientes me había cogido la factura de la luz de mi buzón" y se había inventado los datos personales que no se recogen en la misma, al suponer que "deben de cobrar por cada cliente que captan".

Después de que Ramírez denunciase los hechos ante los Mossos d'Esquadra Iberdrola se puso en contacto con él y, tras disculparse por lo ocurrido, le comunicó que se hará cargo de la factura.

Desde Iberdrola admiten que están investigando las ventas realizadas por un comercial de una empresa subcontratada, ya que tienen conocimiento de que otros dos clientes interpusieron denuncias por hechos similares ante los Mossos en Santa Coloma, y afirman que interpondrán una querella criminal contra este comercial si tras estudiar a fondo lo ocurrido hallan irregularidades en sus ventas. No obstante, los clientes denunciaron los hechos, no a la compañía.

Las fuentes de la compañía consultadas explicaron que "un comercial realizó 55 ventas y hay sospecha de que algunas podrían ser falsas". Cuentan que esta persona ha sido despedida, que se harán cargo de las facturas (cuyo importe era mínimo, unos 16 euros entre las facturas de las dos denuncias), que realizarán los trámites para que los clientes afectados vuelvan con la compañía con la que estaban, y afirman además que son "los primeros interesados" en que se solucione el asunto. También señalan que en Cataluña trabajan 1.200 comerciales y tienen unos 175.000 clientes, y que éste es un caso aislado.

La compañía afirma que, por lo que han descubierto hasta el momento, no todas las ventas del comercial fueron irregulares, pero que hasta que no logren contactar con todos estos clientes no presentarán la querella, ya que no quieren "precipitarse".

Tras la firma de un contrato, Iberdrola dice que realiza controles de calidad telefónicos para comprobar que el cliente está satisfecho y realmente quiere darse de alta. Una vez pasado este punto, hacen una comprobación con las facturas de los clientes y además, en los casos de venta 'puerta a puerta' se entrega una carta de desistimiento, ya que el cliente tiene un plazo de siete días para echarse atrás en la contratación de los servicios. Asimismo, los comerciales que trabajan para la compañía deben firmar un código ético y además seguir un manual de procedimiento y portan una tarjeta de acreditación.

Por el momento se desconocen los detalles del modus operandi del comercial, cómo evitó o manipuló los controles, y si hay más clientes afectados o si sólo han sido los tres que han denunciado ante los Mossos. Desde Iberdrola, insisten: "Queremos transparencia y seguiremos investigando".

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